lunes, 29 de abril de 2013

CREEPOZOIDES

En el transcurso de la III Guerra Mundial, un grupo de desertores del ejército USA, formado por tres hombres y dos mujeres, acaban por buscar refugio en un antiguo bunker militar abandonado, sin saber que en dicho lugar se realizaron toda una serie de experimentos genéticos, que han dado lugar a un bicharraco con muy malas pulgas, que acabará por hacer de las suyas con los pobres recién llegados...
Filmada en 1987, "Creepozoides" es una buena muestra del hacer, así a secas, de David DeCoteau, realizador que ha mantenido desde siempre un amor casi quintaesencial con la serie Z más pardusca y desnaturalizada. Claramente inspirada en "Alien", la película se rodó con un presupuesto exiguo, que no daba más que para un decorado de paredes de cartón y un disfraz de bicho al que se le ve la cremallera a la legua. Si a esto sumamos una rata grande de peluche y las escenas de desnudos gratuitas, a cargo de una Linnea Quigley siempre preparada al efecto, tenemos todo un "hit" imprescindible para los amantes de las baratijas y el cine terror cutre y abisal. Es tal su grado de anomalía que uno acaba deseando de veras que hubieran sido capaces de hacer una secuela, idea que estuvo en mente de su director quien, no en vano, encargó un cartel y todo, aunque luego el proyecto fue desechado. La otra presencia femenina de la cinta es Kim McAmy que,posteriormente, y bajo el nombre artístico de Ashlyn Gere, y tras dejarse ver en otras lindezas del terror más cazurro, como "Evil night" o la muy burra "Meat lunch", se destaparía, en cuerpo y alma, como una de las grandes divas del cine para adultos yanqui de los noventa. Quien tenga ganas, puede acercarse a otras obras del simpar DeCoteau; dejen que les recomiende una: "La maldición de la momia", una de adolescentes perseguidos por una momia azteca muy encabronada a lo largo y ancho de una casa en la que por no haber, parece que no hayan ni habitaciones, porque se pasan todo el santo rato dando vueltas alrededor de la misma...Y la momia, claro, los va eliminando sin mayores dificultades. Decir que su filmografía es antológica es quedarse corto.
Como curiosidad les dejo con las carátulas correspondientes a sus ediciones, la original USA (izquierda), es un fragmento del sensacional cartel en su estreno en cines estadounidenses. El de la derecha...de su edición en DVD en tierras españolas. Sin comentarios...

domingo, 28 de abril de 2013

INCUBUS

El británico John Hough es uno de esos realizadores que, si han destacado en algún género, es en el de terror. En su tierra natal, trabajo para la mítica Hammer Films, con la muy apreciable "Drácula y las mellizas" (1971), que en realidad poco tenía que ver con la creación de Bram Stoker y sí con el relato "Carmilla" de Sheridan LeFanu. Pero si hay una película por la que Hough debiera destacar, y que sin ninguna duda, es su obra maestra es "La leyenda de la mansión del Infierno" (1973), magistral adaptación de la novela de Richard Matheson, y en la que puso de manifiesto su indiscutible buen uso de los resortes del suspense y el terror, ademas de crear una atmósfera malsana a todas luces sugerente. A finales de los setenta, intenta iniciar una carrera en Hollywood, pero la experiencia no acaba de cuajar. Trasladado a la vecina Canadá, filma este "Incubus" (1981), un filme de terror que, si por algo se salva, es por la labor de su director.
Y es que en "Incubus" lo que hay que lamentar es un guión de medio pelo, repleto de lugares comunes, que Hough mantiene a flote merced a un pulso narrativo firme y a unos esfuerzos casi sobrehumanos para sacar de lo decididamente nimio la historia que está contando en imágenes. Cierto es que John Cassavetes no ayuda mucho con su cara de amargao, pero la pelicula, dentro de su modestia y con sus insuficiencias, es una obra que merece ser descubierta por los amantes del cine de terror con paladar apto para las exquisiteces. Lamentablemente, la posterior obra de Hough abandonaría lo estimulante para abrazar la causa de la baratija descompuesta y baja en calidad, estando a años luz de sus títulos más dignos, como lo es este, o absolutamente imprescindibles, como la ya citada "La leyenda de la mansión del Infierno".

ASESINATO EN 8 mm

Retrato, más bien insulsa ilustración, del submundo de las "snuff movies" o películas de violencia real, "Asesinato en 8 mm" es una pelicula burda, que pretende denunciar la existencia de las mafias dedicadas a la pornografia de la violencia. Schumacher, director de titulos como "Jóvenes ocultos" (1987) o "Linea mortal" (1991), contó con un guión de Andrew Kevin Walker, responsable de la sensacional "Seven"; el problema es que Schumacher no es, ni por asomo, David Fincher, y sus maneras cinematográficas pecan de una planicie que, sumada a la irritante labor interpretativa de Nicolas Cage (en el tramo final de lo más abofeteable) hacen de ella una película sumamente antipática. Por la misma época, Alejandro Amenabar hizo "Tesis", que era igual de pacata, pero cuyo suspense resulta mil veces preferible al nivel de estropicio obtenido por los responsables de esta cinta. Como curiosidad, indicar que en 2005 se comercializó una secuela directa a DVD, que no tenia nada que ver con su precedente y si con cierta estética del erotismo de lo más cutre que uno pueda llegar a imaginarse; estuvo dirigida por el especialista J.S. Cardone, especialista en bodrietes dirigidos al mercado doméstico, y contó con las intervenciones de Jonathon Schaech y Lori Heuring, asi como de un Bruce Davison más perdido que Belén Esteban en una biblioteca pública.