miércoles, 8 de junio de 2016

EL INFIERNO VERDE

Tres años ha tardado en estrenarse en España la, por ahora, penúltima película de Eli Roth, realizador fogueado a la vera de David Lynch pero que ganó mayores enteros al trabar amistad con Quentin Tarantino, que le produjo las dos primeras entregas de la saga "Hostel", ambas estrenadas en cine pues hay que recordar que la tercera era un pestiño producido para su explotación directa en DVD.
Las razones de dicha tardanza no hay que centrarlas en el hecho del nivel de sangre e higadillos desplegado por Roth, algo esperable en tanto en cuanto estamos hablando de alguien que no se corta un pelo a la hora de abogar por el gore más directo y sin matices, sino en la forma en la cual la película retrata los movimientos de activistas antisistema, que suelen ser mucho menos dados a la crítica interna y a la manipulación mediática que los grupos a los cuales combaten, cayendo en ocasiones en la demagogia más barata cuando no en la ideología más reaccionaria. 
Presentada como una vuelta de tuerca, un homenaje, a películas como "Holocausto caníbal" (1978/Ruggero Deodato), de hecho "El infierno verde" era uno de los títulos que se barajaron en su día a la hora de estrenarla, para luego ser desechado por el más contundente y por el cual la conocemos todos, el filme de Eli Roth va más allá de una pastiche más o menos relacionado con la seminal obra de Deodato. Si Deodato tomaba una línea más sensacionalista, más de cara a la galería, Roth prefiere concentrar sus esfuerzos en mostrar la hipocresía de sus protagonistas, unos universitarios que presumen de ser muy combativos, de ser solidarios, pero que en situaciones límite no tienen reparo alguno en putearse para lograr la supervivencia. El caso más paradigmático lo tenemos en el personaje del líder del grupo, Alejandro, un guaperas carismático que al final se destapa como un verdero hijo de su madre, mostrando una nula empatía con gente a la que, anteriormente, pedía colaboración y trabajo en equipo. 
Ni que decir tiene que estamos ante una película con escenas muy difíciles de ver, que pueden herir la sensibilidad del espectador. Es esta una película apta para amantes del gore con fundamento, que ya saben cómo se las gasta Roth a la hora de filmar. El espectador potencial de "El infierno verde" debe estar preparado para ser impactado de frente, sin dobles lecturas. Al igual que Deodato, Roth filmó en escenarios naturales del Amazonas peruano, utilizando como intérpretes indígenas auténticos, que no tuvieron demasiados reparos en hacer el papel de caníbales, como se puede ver en alguno de los documentales que incluye la edición en DVD hasta los niños se divirtieron de lo lindo rodando algunas secuencias, algo que no se produjo durante el rodaje de "Holocausto caníbal" pues existen informaciones que indican que el director y buena parte del equipo abusó de forma flagrante de los indígenas que salían en su película, algo que se potenció, tristemente, en las posteriores películas que siguieron y que conformaron la moda de caníbales en el Amazonas. 
En el reparto tenemos una mezcla de actores latinos y estadounidenses, todos ellos poco conocidos, a excepción de Daryl Sabara, que de niño fue uno de los "Spy kids" de Robert Rodríguez, y la chilena Lorenza Izzo, que asume con aplomo la muy complicada tarea de encarnar a la joven protagonista del filme, que vivirá una experiencia aterradora en los hermosos parajes amazónicos. El resto queda en manos de los efectos de maquillaje de los imprescindibles Greg Nicotero y Howard Berger, así como de la capacidad de un Eli Roth que deja aquí uno de sus mejores trabajos tras las cámaras. Dura, sí, polémica, también, no es plato para todos los gustos, pero cabe aplaudirle a su realizador su arrojo a la hora de hacer una película de estas características en unos tiempos poco dados a empresas arriesgadas. Con eso ya tiene ganada mi confianza.    

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