jueves, 20 de octubre de 2016

EL MONSTRUO DE DOS CABEZAS

Un periodista norteamericano, que trabaja como corresponsal el Japón, acude a hacerle una entrevista a un científico local, que vive aislado en las montañas, dedicado a toda una serie de experimentos. Lo que no sabe el reportero es que uno de sus últimos experimentos ha salido de fatal manera, por lo que, al verle, el japonés decide que es el ejemplar perfecto para repetir la operación y, de una puñetera vez, tener éxito. Pero como suele suceder, las cosas no tardarán en torcerse sobremanera. El periodista irá mutando hacia un ser diferente, lleno de maldad, una entidad bestial que despertará sus peores instintos...
"El monstruo de dos cabezas", "The manster" en el original, es una muy curiosa coproducción entre Estados Unidos y Japón, realizada al alimón por un par de directores, George P. Breakston y Kenneth G. Crane, en 1959 en un momento en el cual el cine de monstruos se mantenía bien sano en las carteleras de programas dobles en los cines. 
La pretensión de sus reponsables era, a base de brochazos muy gordos, cuando no directamente sin descaro alguno, remedar el clásico de "Dr. Jekyll y Hyde" de Robert Louis Stevenson, en base a la idea de un periodista americano, deseoso de volver a los USA con su rubia esposa pero que, tras ser inyectado (despues de ser atontado con un licorcito del país del Sol Naciente) con el suero del pérfido "mad doctor" nipón, caerá en sus más bajos instintos, hasta que al final su doble se hará responsable de sus actos, decidido a vengarse del responsable de su estado monstruoso. 
La película, en líneas generales, no es que sea muy buena, pero posee el innegable encanto de la serie B de la época. Para evitar posibles malos rollos con los coproductores, la película ofrece algunas escenas que ofrecen una mínima panorámica de las tradiciones japonesas, caso de algún baile tradicional o la presencia de geishas, para dotar de color al conjunto. Pero la verdad es que en "El monstruo de dos cabezas" no hay espacio para sutilezas, como queda claro en el diálogo final, con el prototípico discurso pseudoreligioso típico de este tipo de cintas. Pero también posee momentos de notable nivel, como cuando descubrimos el drama personal del "mad doctor" que, pese a su maldad, también tiene su corazoncito, de malvado de peli de bajo presupesto, pero corazoncito al fin y al cabo. 
A pesar de ello, se trata de un filme que con el paso de los años se ha convertido en todo un referente dentro del género, siendo motivo de homenajes más o menos directos, como el que le dedicó Sam Raimi en "El ejército de las Tinieblas" (1992).
La edición del sello "Vial of delicatessens" se acompaña de un jugoso audiocomentario de los responsables del blog "La abadía de Berzano", así como del tráiler original de cine y, como colofón, cuatro cortometrajes que más o menos andan vinculados a la temática de la cinta, dirigidos por Dani Moreno ("El ataque del pene mutante del Espacio"), JJS ("Monster of puppets"), Naxo Fiol con "Tonto Larva" y cerrando el apartado Víctor Olid con uno de sus primeros trabajos como cortometrajista, el tronchante "Virus cabrón invade Alcorcón". Los cuatro son perfectos acompañantes y deudores de lo que representa en filme contenido en este soporte digital.
Para amantes y completistas de la serie B clásica de ciencia ficción y terror, con su blanco y negro, sus interpretaciones tan características y, en resumen, su irrepetible estilo. 

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