jueves, 9 de mayo de 2013

IVANNA

Jose Luis Merino es uno de esos directores españoles que tanto servia para un barrido como para un fregado. Tanto podía rodar una comedia al uso y costumbre del cine español de la época, caso de "Aquellos tiempos del cuplé" (1958), como podía hilvanar una serie de filmes de aventuras de el Zorro, que rodaba usualmente en tierras murcianas: "La última aventura del Zorro"(1970) o "El zorro de Monterrey" (1971), sin hacerle ascos al cine de piratas, representando por "La rebelión de los bucaneros". El cine de terror no fue ajeno a sus intereses, aunque lo tocó pocas veces, en concreto tres. En 1969 realiza "Las cinco advertencias de Satanás", al parecer una nueva versión de una película muy popular en los años cuarenta, pero son "Ivanna" (1971) y muy especialmente "La orgía de los muertos" (1973) las dos obras que le han permitido hacerse un huequecito, pequeño pero resultón, dentro de la pequeña historia del género en España.
Rodada en régimen de coproducción con Italia, "Ivanna" demuestra que, cuando había medios e interes, en este país puede hacerse buen cine de terror. Si bien es cierto que Merino tenía un ojo puesto en la estética del cine de terror italiano (no en vano colaboró muy estrechamente con profesionales de dicho país durante el rodaje, y eso se  nota mucho) también supo imprimir un buen ritmo a las escenas más terroríficas, apoyado en una muy interesante labor de iluminación de Immanuele di Cola (sí, un italiano).
Ambientada en un lugar indeterminado de los Cárpatos, a mediados del siglo XIX, "Ivanna" relata la historia de una joven médico que es contratada por un noble que, en sus ratos libres, practica ciertas actividades científicas. Un error a la hora de escribir el telegrama (el noble creía que se trataba de un hombre llamado Ivan) hace que éste la mire con cierto recelo al principio. Unas suspicacias que pronto se convierten en una pasión de proporciones irrefrenables. El problema consiste en que el noble tiene un hermano, que quedó quemado de cuerpo y rostro, por culpa de un experimento suyo. El hermano, que antes del accidente tampoco es que tuviera la azotea muy bien saneada, también se muestra encantado con la doctora, una situación que irá tomando cada vez mayores resabios de tragedia griega...
Tal y como he dicho antes, "Ivanna" suele apreciarse por el hecho de ser una película española que supo adaptarse muy mucho a los estilemas del cine de terror italiano del periodo, primeros de los setenta. Lejos de la chabacanería de ciertos filmes españoles de aquellos tiempos, estamos ante una cinta visualmente muy atractiva, elegante. Cierto es que, como veremos, en su tercera, y última, aproximación al cine de terror, "La orgía de los muertos", el director madrileño se perdió un tanto, más que nada porque no tenía muy claro qué tono darle, pero eso ya lo expondré en la próxima reseña con más detenimiento.

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