En un futuro más o menos cercano, la Tierra se halla amenazada por una raza extraterrestre que ha tomado bajo su yugo a la mayor parte del Viejo Continente; el ejército humano mantiene viva la esperanza en evitar que lo poco que queda de Europa acabe cayendo bajo sus tentáculos. Las fuerzas terrestres se la juegan en las playas de Normandía, donde van a realizar un desembarco a gran escala, con el fin de que los alienígenas no atraviesen el Canal de La Mancha e invadan Gran Bretaña, circunstancia que les daría vía libre para invadir el resto del planeta. William Cage, un militar agregado al departamento de publicidad, que nunca ha entrado en combate, acaba soliviantando al jefe de las fuerzas armadas, quien decide castigarlo mandándolo a unirse al regimiento que va a pelear en primera línea de fuego en Normandía. Cage, aterrado, no está dispuesto a morir, por lo que intenta de todos los modos posibles no entrar en combate. Ninguna de sus estrategias surte el efecto deseado, y es enviado junto a su regimiento a las playas normandas, donde muere...¿O no? Algo sorprendente ocurre cuando Cage empieza a revivir una y otra vez el mismo día, descubriendo cada vez cosas nuevas, no ya sobre la situación del combate, si no de su propia personalidad.
Cada vez que veo "Al filo del mañana" me acuerdo de James Cameron, ese gran director de películas de ciencia ficción bélica, caso de la magistral "Aliens" (1986), hoy en día dedicado en cuerpo y alma a historias del calibre de "Avatar" (2009), que son una gozada visualmente hablando, pero que argumentalmente son de una pobreza apabullante. Cameron sin duda hubiera hecho una obra maestra con el material de partida de este filme, una novela del japonés Hiroshi Sakurazaka, pero el caso es que hoy por hoy dedica sus energías a otros menesteres, dejando que sea el relativamente poco dado a proyectos de alta envergadura, como es el caso de Doug Liman, quien se responsabilice de filmarla. Y hay que decir que el tal Liman, al que no tenía el gusto de conocer, se gradúa con nota bien alta.
El hecho es que el tener como protagonista a Tom Cruise, creo que buena parte de los aficionados se sintieron un tanto indispuestos a la hora de verla, por lo que "Al filo del mañana" acabó siendo uno de los mayores fiascos del Verano en USA. Pero la película es algo más que un mero vehículo para el lucimiento de Cruise, un actor que suele levantar ampollas, tanto por su calidad como actor, aunque haya ido enlazando algunas interpretaciones meritorias, como por su vinculación a la cienciología, del todo respetable, aunque estemos hablando de una secta reconocida como destructiva. "Al filo del mañana" es una película de ciencia ficción dirigida con brío, con portentosa mano maestra. Cierto es que la parte de la playa tiene muy mucho de videojuego, de "Salvar al soldado Ryan" (1998/Steven Spielberg), que su esquema recuerde a la deliciosa "Atrapado en el tiempo" (1993/Harold Ramis) pero digamos que de la mezcla de todas estas referencias, Doug Liman obtiene un filme muy potente, enérgico, cuyo ritmo pocas veces decae, resultando entretenida y admirable por momentos. Aún siendo del Cruise que, por su parte, interpreta con gran convicción al héroe, a su pesar, de esta historia.
Acompañan al protagonista de la saga "Misión imposible" la siempre sobria y elegantemente bella Emily Blunt, un desarmantemente genial Bill Paxton y ese gran actor que es Brendan Gleeson. Al haberse rodado en Gran Bretaña, un competente elenco de intérpretes de las Islas acoplan sus talentos a este filme de ciencia ficción que, no sería de extrañar, dentro de unos años alguien reivindicara como pieza de culto. Por el momento debemos conformarnos con el hecho de ser una del Tom Cruise mucho mejor resuelta que en otras ocasiones.
Iniciamos las reseñas del mes de Octubre; ya sé, el mes ya está casi en su ecuador, pero ya se sabe que uno tiene sus obligaciones y, paulatinamente, nos iremos situando en el ritmillo habitual de reseñas y comentarios diversos. La idea es proseguir con el ya anunciado repaso de la saga de Elm Street, que dejé colgada en su primera entrega. Dentro de una semana, sin más dilación intentaré sacar adelante más entregas de la misma. "El ocioso impenitente" sigue en marcha, a medio gas pero con ganas, ojo.
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