jueves, 6 de noviembre de 2014

EL TERROR

A principios del siglo XIX André Duvalier, joven oficial del ejército napoleónico, es salvado de la muerte por intercesión de una muchacha, que tras salvarlo desaparece. André, decidido a encontrar a la chica para darle las gracias, empieza a seguir las pocas pistas que ha podido hallar sobre la chica, que lo llevan hasta el decrépito castillo del no menos decadente Frederick Von Leppe. Por sus pesquisas, el oficial descubre que se llama Hèlene y que se hace pasar por el fantasma de la difunta esposa de Von Leppe, como parte de un muy oscuro plan que tiene por objetivo socavar la poca cordura del noble anciano, con el fin de que se suicide. Pero es entonces cuando algo terrorífico hace que la situación tome un camino tan sorprendente como terrorífico...
"El terror" (1963) es una especie de punto y aparte de su director, Roger Corman, que hasta ese momento se había dedicado en cuerpo y alma a su ciclo de adaptaciones de Edgar Allan Poe, la gran mayoría de ellas protagonizadas por Vincent Price. La idea surge cuando Corman, con una reconocida fama de tacaño y explotador de altos vuelos, además de gran descubridor de talentos (que eran la materia prima a la cual explotar laboralmente en la mayoría de las ocasiones, esto tampoco es que haya cambiado con los años, lamentablemente) descubrió que el actor Boris Karloff, bajo contrato en la AIP, le quedaban cinco días para finalizarlo. Decidido a que Karloff cumpliera su contrato a rajatabla, Corman urdió el rodaje a toda prisa de un filme de horror, contando con la participación de los habituales de la casa, tanto delante como detrás de las cámaras. 
El problema es que, a poco de comenzar a rodar, a Corman le surgieron unos compromisos profesionales ineludibles, teniendo que dejar el filme a cargo de un joven Francis Coppola, que oficialmente estaba en calidad de asistente de producción. Coppola filmó algunas escenas, siendo relevado por Jack Hill, otro aprendiz dentro de la AIP, prosiguiendo con el rodaje. Por filmar que no quede, pues hasta el propio Jack Nicholson llegó a sentarse en la silla de director para rodar unas pocas escenas. Por último, cuando faltaba ya poco para terminar el tiempo de filmación, recordemos que estipulado en cinco días, Corman regresó para ultimar los pocos hilos que faltaran por coser, dar su visto bueno y poner su nombre tras el "directed by". El "método Corman" tuvo en este filme su muestra más ilustrativa.
Este baile de directores no es que hiciera mucho daño a una película fabricada única y exclusivamente para el lucimiento de un actor ya en declive, Boris Karloff, que se veía obligado a hacerla por contrato, que de hecho finalizaba. La escasez de presupuesto, la rapidez con la que debía hacerse el filme provocaron algunos errores, en especial referidos al desenlace, con unas piedras de cartón piedra que dan el cante pero a un metro de distancia. Pese a ello, "El terror" es un filme que destaca por una historia de amor loco llevado hasta sus últimas consecuencias, una venganza dirigida por un sirviente (un joven Dick Miller, luego casi un fijo de Joe Dante) que se sirve de los encantos de una joven (la preciosa Sandra Knight, a la sazón primera esposa de Jack Nicholson) que acabará por despertar los instintos de un oficial (Jack Nicholson, en su primer rol relevante dentro de la AIP) que será testigo y partícipe de la venganza de ultratumba, primero se supone que falsa pero luego convertida en una terrible realidad.
Un filme sencillo, que de haber contado con algo más de presupuesto, y más días de rodaje, quizá hubiera quedado como una pieza de orfebrería del género en la que se halla encuadrada. Tal y como está realizada, queda como un título menor en la filmografía de su director-productor, muy dado en ocasiones a hacer rodajes a toda velocidad. Recuérdese que "La pequeña tienda de los horrores" (1963) la filmó en tres días (tres) sin ensayos previos y aprovechando decorados de una producción anterior. En este caso el tiempo de filmación era de dos días más, pero el resto era básicamente lo mismo, aprovechar decorados, atrezzo, con la salvedad de que en este caso tuvo la oportunidad de contar con fotografía en color.
Algunas escenas de "El terror" fueron reutilizadas para la filmación de "El héroe anda suelto" (1968), debut como director de Peter Bogdanovich, producido por Roger Corman y protagonizado por un Karloff que moriría poco después de acabado el rodaje.  

  

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