lunes, 10 de noviembre de 2014

INTERSTELLAR

En un futuro cercano, la Tierra se halla en proceso de quedar colapsada como consecuencia de la sobreexplotación y los excesos de la Humanidad. La única posibilidad radica en que puedan hallarse nuevos planetas que tengan las condiciones adecuadas para albergar vida...
Inicialmente planteada para ser dirigida por Steven Spielberg, "Interstellar" pasó luego a manos del británico Christopher Nolan, director que, sin lugar a dudas, era el más idóneo para hacerse cargo de esta muy ambiciosa cinta de ciencia ficción "seria", con un ojo puesto, quizá demasiado, en el Stanley Kubrick de "2001, una odisea del espacio" (1968) y el otro en el alma spielbergiana, al fin y al cabo el proyecto llamó la atención del director de "Encuentros en la tercera fase" (1977) y Nolan procura acercar ambas posturas con evidente soltura, sin que la cosa chirríe más de la cuenta, aunque el filme caiga en algunos, por fortuna breves, momentos de ñoñismo que Nolan, afortunadamente, sabe controlar y hacer durar lo justo. Nolan es en estos momentos el director que mejor sabe rodar en el cine de Hollywood. Mientras Michael Bay se dedica a practicar la elefantiasis visual descontrolada, el director de "Memento" se revela como un virtuoso del oficio de narrar con imágenes. En tiempos en que el cine americano se halla en estado casi comatoso, sobreviviendo a base de adaptaciones de tebeos de la Marvel (ojo, muy bien facturados, pero no sólo de de tebeos bien filmados vive el cinéfilo) y alguna, poca, película que puntualmente despierta al personal del sopor, aparece Nolan y logra el milagro de hacer una película que intenta, y parcialmente logra, ser "algo más".
Con todo, a pesar de su virtuosismo visual, de su gran reparto, todos ellos espléndidos, aunque tengan una participación mínima, "Interstellar" peca, llegado a su tramo final, de cierta pretenciosidad. Sin entrar argumentalmente en la película, para no fastidiar a aquellos que no han tenido la oportunidad de verla, el filme entra en terrenos que, en caso de no saberse plantear bien, pueden llevar al espectador a cierto grado de confusión y, si se tercia, de sentirse estafado. Es en este punto cuando el filme de Nolan se acerca peligrosamente en los terrenos que ya sondeó "Contact" (1997/Robert Zemeckis), aunque el británico sale victorioso del empeño porque al menos no suelta el discursete moral y cristiano que arruinaba el filme protagonizado por Jodie Foster (y, curiosamente, un novatillo Matthew McConaughey). Nolan apuesta por ofrecer un discurso científico, algo espeso en algunas partes, pero que apuesta por la razón, por el intelecto, aunque al final serán las emociones humanas y el corazón las que terminarán impulsando los actos de los protagonistas de este filme visualmente impactante, cuya mayor virtud es despertar el cerebro de los espectadores más que maravillarlos, que también lo hace con sobrada eficiencia. Pero, siempre tiene que haber un pero, tampoco había que llegar a las casi tres horas de metraje para llegar a según qué clase de conclusiones. Al fin y al cabo la también reciente "Gravity" (2013/Alfonso Cuarón) llegaba a conclusiones similares en tan solo la mitad del tiempo empleado aquí...Otra cosa es que Nolan es muy superior a Cuarón, que también.  

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