lunes, 9 de marzo de 2015

XTRO

"XTRO" (1983) es una película de las que uno veía la carátula, en su segunda edición en VHS, a cargo de Filmax, pero que nunca alquiló o llegó a adquirir en una copia más o menos usada. El hecho es que es una película por la que siempre he sentido enorme atracción, más que nada porque creo que visualmente aportó elementos muy interesantes y, a nivel temático, se apartó bastante de las típicas copias de "Alien" que pululaban por aquel entonces por estos andurriales, fueran cines de barrio o videoclubes de la esquina.
La película es una muy modesta, pero imaginativa, producción briotánica, que pudo terminar de financiarse gracias al apoyo del estadounidense Robert Shaye, mandamás fundador de la New Line, un año antes de que lo petara con "Pesadilla en Elm Street" (1984/Wes Craven). Con esta, por desgracia, poco dinero logró amasar, pero el paso del tiempo le otorgó un estátus de título de culto que, lejos de ser beneficioso para su director, lo llevó por los cerros de la más absoluta decadencia y del olvido.
El hecho es que el director, Harry Bromley Davenport, pretendió dicha fama para intentar hacerse un hueco en tierras del Tío Sam. Con tal objetivo rodó una bien poco recomendable secuela de esta cinta, "XTRO: el reencuentro" (1990) y, no contento con eso, aún rodó, casi cinco años después, una secuela "XTRO3: la venganza" (1995), que echó por tierra toda aspiración de ganarse la vida haciendo cine. Ambas se estrenaron directamente en vídeo, y se aprovechaban del tirón de "Depredador" (1987/John McTiernan) algo lejano pero candente. Pero eran basurilla de la peor, quede constancia.
El original, el filme de 1983, quizá ha quedado desfasado en algunos momentos, pues treinta años pesan mucho, pero destaca por no atenerse a simples y llanas insinuaciones, yendo al grano cuando es necesario, sin caer en lo fácil. La historia puede recordar un tanto a "Alien" (1979/Ridley Scott) en clave urbana, hecha con pocos medios pero altas dosis de entusiasmo, pero sea por inspiración divina o porque, sencillamente, era un director con posibilidades, salió indemne del envite, proponiendo un cuento de horror y ciencia ficción de ecos lovecraftianos que inquieta, aterra y, sí, puede llegar a impactar por su apuesta visual. Un pequeño gran clásico del género a descubrir, aunque la copia distribuida en DVD por Creative no sea la copia completa del filme, por desgracia, manteniendo los imperdonables cortes de la edición en vídeo de Filmax...

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