domingo, 20 de abril de 2014

POSESIÓN INFERNAL (LA ORIGINAL)

El año pasado se estrenó un "remake", más que digno, de esta película que, digámoslo ya, en uno de esos clásicos que, para ciertos sectores del fandom no debiera haber sido mancillado con el terrible sacrilegio de ser reversionada pues, esencialmente, es una película que sigue funcionando la mar de bien, a pesar de haber transcurrido más de treinta años de su estreno, que acaeció en 1982, aunque en países como Gran Bretaña, la cosxa aún tardo casi un par de lustros, como consecuencia de la censura sobre material audiovisual que rige el país de la Reina Isabel II y su parentela.
La historia va de tres amigos, muy amigos, de la Universidad, Bruce Campbell, a la sazón actor, Robert Tappert, que ejercía funciones como productor del tinglado y un joven de Detroit, Sam Raimi, con cara de no haber roto un plato en su vida, pero que poseía un estilo enrrabietado, "cartoonesco" (de dibujos animados) en sus venas. Eso y un sentido del humor entre cafre y negro, pero que no dejaba de lado que las intenciones pasaban por hacer una película de terror.
La cosa empezó un par de años antes, mediante un cortometraje, que les sirvió de carta de presentación para posibles inversores. A eso hay que sumar la localización de una cabaña en estado de semirruina (de hecho se derrumbó al poco de terminar el rodaje) que iba que ni pintada para la filmación. Un grupo de actores no profesionales, encabezados por el ya citado Campbell, hicieron el resto. Sin dejar de lado que Stephen King vio la película y clavó la frase que luego quedaría como parte del cartel promocional: "La película de terror más ferozmente original del año".
Cómo no iba a convertirse en un título de culto.
Al contrario que sus dos entregas posteriores, "Terroríficamente muertos" (rodada en 1986 y que no es más que una remodelación del título seminal, pero con más humor y gore paródico) y "El ejército de las Tinieblas" (un muy divertido homenaje a las cintas de aventuras clásicas de Ray Harryhausen y sus efectos de animación imagen por imagen), "Posesiónn infernal" no resulta tan netamente cómica, pese a que sí posee algunos momentos (pocos) de distensión. Los actores tuvieron que padecer el uso de lentes de contacto que los dejaban casi ciegos, lo que dificultaba muy mucho su labor, y además en las escenas nocturnas, en el bosque las temperaturas eran otra dificultad añadida. A falta de presupuesto, Sam Raimi, director, puso el ingenio a trabajar a destajo, apoyándose en el excelso trabajo del director de fotografía Tim Philo, que logró planos increíbles usando elementos tan simples como una silla de ruedas para los "travellings".
"Posesión infernal" se convirtió, en 1982, en un título a retener dentro de un nuevo giro dentro del cine de terror, al igual que habían significado un cambio títulos tan dispares como "La noche de los muertos vivientes" (1968/George A. Romero) y "La matanza de Texas" (1974/Tobe Hooper). Tres años después intentaría un acercamiento hacia planteamientos más comerciales, mediante la muy reivindicable "Noche de crímenes, noche de risas" (1985), pero la cosa no salió como era de esperar, lo que en última instancia provocó que Raimi acudiera al albur del productor Dino De Laurentiis, quien le ofreció un buen fajo de billetes para hacer "Terroríficamente muertos" que, ya he indicado, no era más que rehacer algo que ya se había hecho con menos dinero y con más gracia. La experiencia no resultó del todo fallida, pero indudablemente provocaría que el salto hacia las grandes producciones tardara algo más en llegar. Sería en 1990, con "Darkman". Pero de eso ya hablameron otro día...

Imagen promocional de "Posesión infernal" (1982) con un jovencito Bruce Campbell presto a convertirse en todo un icono del cine de terror ochentero.

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