martes, 1 de abril de 2014

JAQUE AL ASESINO

En el transcurso de un importante torneo de ajedrez, que se celebra en una isla cercana a Seattle, empeizan a producirse una serie de crímenes horrendos. Las víctimas son mujeres jóvenes, que indirecta o directamente tienen relación con Peter Sanderson (Christopher Lambert), un reconicod maestro del ajedrez, viudo y algo taciturno, que ni que decir tiene se convierte en el principal sospechoso para la policía. El agente responsable del caso, un veterano de vuelta de todo (Tom Skerritt) y su segundo, un policía malcarado y que no se anda con tonterías (Daniel Baldwin) tienen muy claro que Sanderson es el culpable. El círculo va estrechándose cada vez más, por mucho que una guapa psicóloga (Diane Lane) no tenga tan claro que Sanderson pueda ser un asesino a sangre fría...
A primeros de los noventa, y por mucho que lo intentara, puede decirse que Christopher Lambert ya había dado todo lo que podía dar como estrella de cine. Con todo, lo peor aún estaba por llegar; me estoy refiriendo al momento en que empezó a hacer cosas como "Beowlf" (1999), nefasta cinta de fantasía hecha a base de mucha desvergüenza y falta del sentido del ridículo, y del otro. Aunque nada puede compararse al complicado rodaje de "Los inmortales 2" (1990), película que estuvo rodeada de mil y ún problemas tanto durante como después de su realización.
Contando con un guión de su habitual Brad Mirman, quien luego le echaría un cable con el libreto de otro "thriller", éste algo más elaborado que el que nos ocupa, "Resurrección" (1997), "Jaque al asesino" es un filme de tintes hitchcockianos, salvando las distancias, ni que decir tiene, porque el director de esta película, el suizo Carl Schenkel, poco tiene que ver con el gran maestro inglés del suspense. Son como un huevo a una castaña.
Schenckel, fallecido en 2003, despertó cierto interés merced a "Vacío" (1983), producción alemana situada en el interior de un ascensor. Antes de eso había coqueteado con el cine erótico y tras "Vacío", fue simultaneando la pequeña y la gran pantalla, siempre con resultados que fueron de lo predecible a lo directamente infumable, caso de "Exquisitas ternuras" (1994), filme de suspense ambientado en un hospital, y "Tarzán y la ciudad perdida" (1998), una producción entre diversos países europeos y Estados Unidos que pasa por ser la peor de las adaptaciones al cine del personaje creado por Edgar Rice Burroughs, encarnado aquí por otro actor que, al igual que Lambert, circunscribió su carrera al subproducto de la peor calaña: Casper Van Diem.
"Jaque al asesino" está hecho a la medida de su protagonista, que ejerciendo funciones de productor, se encarga de que su personaje brille con luz propia a lo largo de un desarrollo que pretende ser sorpresivo y resulta por momentos absurdo. Lambert, que nunca ha sido un actor muy dotado dramáticamente, pierde la batalla frente a intérpretes de mayor solidez. caso del siempre compacto Skerritt, quien sí sabe dotar de fuerza a su personaje. Hasta la por aquel entoncers esposa de Lambert, Diane Lane, se esfuerza por elaborar un personaje digno con las coordenadas que le proporcionan, saliendo airosa del empeño. Pero el caso es que por mucho esfuerzo que le pongan, "Jaque al asesino" es un "thriller" que pierde fuelle a las primeras de cambio, básicamente porque no posee un protagonista que despierte empatía con el espectador. Lambert gesticula en exceso cuando no toca, se mantiene estólido, como McCloud, pero claro, esto no es "Los inmortales", es otra cosa bien distinta. Si a ello le sumamos la planificación escasamente creativa de su director, digamos que el resultado es de una pobreza irremediable en todos y cada uno de sus apartados.
Curiosamente, eses mismo año se estrenaba "La noche de los cristales rotos" (1991), un "thriller" de planteamientos similares, pero con un director más competente detrás de la cámara, Wolfgang Petersen. En este caso, sí puede decirse que, dentro de la modestia de su planteamiento, "La noche de los cristales rotos" sí lograba salir triunfante, gracias a un guión simple pero efectivo y a un reparto más equilibrado. "Jaque al asesino", lamentablemente, no tuvo posibilidades al estar en manos de un gris amanuense filmando y un actor especialmente acretinado como principal reclamo. Una pena, porque la empresa merecía algo más de suerte.
Para finalizar, la niña que interpreta a la hija de Sanderson es Katherine Elisabeth, quien diez años después sería la protagonista absoluta de ese pequeño clásico del terror que fue "Ginger snaps".

No hay comentarios:

Publicar un comentario