miércoles, 10 de septiembre de 2014

RESONATOR

El Dr. Tillinghast, junto a su homólogo, el Dr. Pretorius, crean una máquina que permite hacer visibles otras dimensiones. La cosa se complica en un momento dado, tanto es así que aparecen unas criaturas interdimensionales, que acaban con Pretorius (un tipo por otra parte bastante repugnante, al que le gustan los juegos eróticos extremos y el sadismo más exaltado) y hacen que el joven Tillinghast termine en un hospital, en espera de que, recuperado de sus heridas, sea internado en una institución para enfermos mentales, pues nadie se cree su historia sobre bichejos caníbales de otra dimensión. Una bella y decidida investigadora, Katherine Michaels, se convertirá en su única defensora ante la policía, tanto es así que se propone ir a la casa donde sucedió todo, con el fin de aclarar las circunstancias que rodearon la muerte de Pretorius. Pero la verdad es que lo que quiere es volver a realizar los experimentos con la máquina. Las consecuencias, ni que decir tiene, serán terribles...
Aupados a lo más alto tras el sorpresivo éxito de "ReAnimator" (1985), el dúo formado por Stuart Gordon y Brian Yuzna volvieron a repetir con la también sensacional "Dolls" (1986), otra inolvidable muestra de serie B hecha con el estilo inimitable de sus artífices. Charles Band, al frente por aquel entonces de la Empire Pictures, estaba decidido a repetir el éxito con otra nueva adaptación de un relato de Lovecraft. Los dos socios se pusieron manos a la obra, adaptando "From beyond", un cuento de apenas tres páginas cuyo desarrollo puede verse, íntegro, como prólogo a los títulos de crédito. Luego, en el metraje restante, Gordon y Yuzna amplifican el cuento de Lovecraft, dentro de unas líneas similares a las utilizadas en "ReAnimator", aunque el factor sorpresa, que en su primera incursión en la narrativa lovecraftiana los ayudó mucho en este caso, al haberse perdido, no les facilitó la posibilidad de un rendimiento en taquilla tan sorpresivo como en su título de presentación.
Pero el caso es que "ReSonator" (1986), título del filme en su estreno en salas españolas, es una pequeña joya del cine de terror ochentero, donde se pone en evidencia la buena mano de su director, Stuart Gordon, un realizador vilipendiado sobremanera por la mayor parte de la crítica pero que, si se repasa su filmografía sin talibanismos de salón, se nos presenta como un realizador muy honesto para con el género, que asume los materiales de partida con la mayor de las dignidades profesionales, ofreciendo casi las más de las veces películas que a uno le dejan siempre un buen sabor de boca, de añeja serie B videoclubera. Otro caso bien distinto sería el de Yuzna, que también se ha mantenido fiel a unos esquemas muy B en su actividad tanto como productor como cuando se encarga de dirigir, pero sin obtener películas que no pasan de repetir esquemas o vivir de rentas pasadas, caso de sus dos secuelas de "ReAnimator", la última de ellas rodada en tierras españolas durante su etapa como "alma mater" de la "Fantastic Factory de la Filmax.
Con esta película, el binomio llegó a la culminación de su etapa de glroia dentro de la Empire; Gordon se convertiría en el director de cabecera del mandamás de la compañía, Charles Band, que contaría con él incluso cuando la compañía se fue al garete a finales de los ochenta con "Robot Jox" (1990), no en vano dirigida por Gordon. Tras formalizar su nueva sociedad, la Full Moon Entertainment, Band dispondría de los servicios de Gordon en otras producciones, ahora ya dirigidas directamente para el mercado de vídeo doméstico.
En el reparto repiten dos habituales como Jeffrey Combs, el memorable Herbert West de "ReAnimator" y una arrebatadora Barbara Crampton como la Dra. Michaels. A éstos dos los acompañan actores tan caros al cine de género de los ochenta como Ken Foree o Ted Sorel, así como con los efectos especiales de unos inspiradísmos John Buechler y Anthony Doublin, apoyados por Mark Shostrom y John Naulin.
Un filme de terror portentosamente logrado, que si bien en su día no obtuvo los réditos esperados, hoy es ya una pieza a tener en cuenta por cuanto significa uno de los grandes títulos de los ochenta. Y no exagero en lo más mínimo, pueden ustedes creerme.
Con esta reseña inauguro el mes de Septiembre, que empieza con fuerza con la celebración de la quinta entrega del Fantastic Gore Festival en la localidad de Amposta, entre los días 10 a 13 de este mes. "El ocioso impenitente" hará acto de presencia el sábado sabadete con el fin de pulsar el fin de fiesta y hacer acuse de recibo de cuanto bueno, y mejor que bueno, acontezca en dicho certamen. Luego de esto ya viene Sitges, pero el presupuesto no da para más. Así pues, la próxima reseña será un resumen completo del Fantastic Gore ampostino. Más tarde, si no se presentan dificultades de última hora, comenzaré una serie de artículos repasando la saga de Freddy Krueger, un bonito paseo por Elm Street...
Por último indicar que la carátula que ilustra esta reseña sobre "ReSonator" es la original del VHS que, a primeros de los noventa, adquirí en el ya desaparecido, y añorado, videoclub "Imatges" donde un servidor de ustedes empezó a engancharse a esto del cine. Sirva estas líneas como recuerdo a este tipo de locales, hoy en proceso de desaparición, barridos por la marea de los cambios sociales y culturales.

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