lunes, 29 de junio de 2015

RAZAS DE NOCHE

Boone es un joven víctima de unas recurrentes pesadillas, en las cuales aparecen extrañas criaturas procedentes de un mundo situado en el subsuelo. Estas pesadillas han afectado a su estado psíquico de forma tal que necesita la ayuda de un psicoterapeuta, el Dr. Decker, en realidad un asesino en serie que pretende aprovecharse de la situación de su paciente para endosarle sus crímenes y de este modo salir indemne. Ahora bien, las pesadillas de Boone no son una fantasía, son realidad, una realidad que hará que la vida del joven cambie por completo...
"Razas de noche" es, sin ninguna duda, el trabajo más ambicioso de su director, el inglés Clive Barker, una película de gran presupuesto que, de haber salido bien, le hubiera proporcionado parabienes y una carrera como cineasta con algo nuevo que decir dentro del cine de terror. El caso es que las cosas salieron totalmente del revés...
Tras "Hellraiser" (1987), un filme de terror visualmente muy potente, pero que no dejaba de ser una serie B, un éxito sorpresa que ni el propio estudio responsable, New World, se creyó, Barker se embarcó en un proyecto de mayor envergadura, tanto a nivel financiero como a nivel artístico. Un estudio de los que podríamos considerar "independiente", Morgan Creek, por aquel entonces vinculado a la Fox, le propuso adaptar una de sus novelas, "Cabal". Barker lo tuvo claro desde el principio, dejó de lado la secuela de "Hellraiser" y concentraría sus esfuerzos en una ambiciosa epopeya de terror y romanticismo que se ganaría el estátus de culto más bien por motivos extracinematográficos que no por la calidad de la cinta, un tanto irregular si somos honestos con el resultado final, aunque en este último aspecto habría que hacer ciertas aclaraciones, más que nada porque la priemra versión de "Razas de noche", la estrenada en cines en 1989, no es el montaje de su director, teniendo que esperar casi un cuarto de siglo para acceder al montaje que éste tuvo entre manos y que ha sido recientemente editada en DVD y en Blu ray en España por el sello Feel, en una edición pobretona, sin extras que permitan revalorizar y reevaluar la película en su contexto o que analicen el montaje original y lo comparen con el de Barker.
El hecho es que el rodaje de "Razas de noche" no fue lo que se dice un oasis en mitad del desierto, más bien todo lo contrario. James G. Robinson, jefazo de Morgan Creek, se mostró siempre muy crítico con las decisiones de Barker, pidiendo mayor claridad en la historia, que él consideraba demasiado densa, excesivamente pensada para los fans del escritor y realizador inglés. Hasta cierto punto el tal Robinson tiene razón, "Razas de noche" es una película que se aprecia mucho mejor si se concoe la obra barkeriana, su imaginario, tanto es así que en ocasiones parece como si el director se extasiara a sí mismo con la plasmación de sus ideas en pantalla. Algunas de estas ideas proponen soluciones visuales del todo admirables, pero que se ahogan por el exceso de un realizador que, cual pintor ante su tela blanca y reluciente, pinta demasiadas cosas y al final no sabe qué elemento resaltar, dando lugar a un lienzo precioso visualmente pero extremadamente recargado. 
Pues eso es "Razas de noche" una sobrecarga de imaginario barkeriano elevado a la enésima potencia. Los productores, al ver la copia final, se asustaron, le quitaron la película de las manos y recortaron impunemente, y tomando como excusa el exceso de violencia gráfica, dieron lugar a una confusión de personajes que aparecen y desaparecen de pantalla, de situaciones que no se sabe bien de dónde proceden, pero que se supone que tienen un fin, aunque vaya usted a saber cuál. Barker se sintió profundamente dolido por tal manera de hacer las cosas, tardando más de un lustro a ponerse de nuevo tras las cámaras con "El Señor de las Ilusiones" (1996), otra propuesta inusual dentro de los esquemas del cine de terror de la época, que se saldó con un nuevo enfrentamiento con los productores y un fracaso comercial en taquilla que ha hecho que su actividad como realizador se haya paralizado hasta el día de hoy, en que anuncia proyecto para el año que viene.
En el reparto tenemos a la pareja Craig Sheffer y Anne Bobby, muy competentes ambos en sus papeles, pero que pierden posiciones ante la sorprendente creación del director canadiense David Cronenberg como el malvado Dr. Decker. El nuevo montaje permite disfrutar más y mejor de su papel, en el que se nota que disfrutó como un niño pequeño ante un juguete nuevo. Otro aspecto destacable es la hermosa banda sonora de Danny Elfman, por aquel entonces un fijo de Tim Burton. 

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