Warner-DC sigue en su cruzada para plantar batalla a las adaptaciones Disney-Marvel que, por el momento, van dominando la partida de forma bastante holgada, aún cuando tengan en ocasiones que depender de las producidas por la Fox (tipo X Men, Deadpool o "Los cuatro fantásticos") que es algo que al parecer a los capitostes de Marvel Films les toca especialmente las narices, por no decir otra cosa que cuelga.
Tras un "Batman vs. Superman" que no terminó de convencer a casi nadie y viendo lo bien que lucía el tono transgresor y abiertamente gamberro de "Deadpool" (2016/Tim Miller), en la Warner-DC se decidieron por fin a poner en marcha una adaptación de "Suice squad", colección nacida a finales de los ochenta con el fin de crear el concepto de un grupo de villanos que, al estilo de "Doce del patíbulo", son reclutados para misiones de las que es muy posible que no vuelvan con vida y, que en caso de hacerlo, puede permitirles cierto grado de perdón ante la sociedad aunque ello no signifique de ninguna de las maneras que puedan salir de la prisión de máxima seguridad en la cual pasan sus cadenas perpetuas. Bajo la batuta del guionista John Ostrander, la serie pasó por diversas etapas de muy diverso interés y alcance; yo, forofo de las viñetas, seguí con deleite los números de la colección original editados por Ediciones Zinco y dibujados, no muy espectacularmente, por Luke McDonnell.
A lo largo del tiempo el cómic ha pasado por otras manos, ha tenido muy diversas formaciones, pero el planteamiento se ha mantenido inalterable: villanos convertido en héroes a su pesar. Ese concepto es utilizado por el realizador y guionista David Ayer para desarrollar una espectacular historia de acción y explosiones, con unos tipos que son lo peor de lo peor, en mitad de un conflicto de proporciones galácticas.
Un conflicto que, por desgracia, carece de la entidad suficiente como para que las dos horas del filme nos permitan pasar de un punto de arranque muy espectacular, que se desinfla malamente en su parte media y sube algunos enteros en su tramo final. Ayer es un valor seguro a la hora de filmar secuencias de acción, pero tampoco es manco a la hora de crear personajes y situaciones con empaque, atractivas. Pero en este caso digamos que el producto resultante de su esfuerzo es ver a unos personajes que pueden dar mucho juego y que de hecho lo dan, enfrentados a una amenaza más bien rutinaria, insulsa, que pierde importancia para dar espacio a unos personajes que deben darse a conocer al gran público.
Así pues este "Escuadrón suicida" no es más que una carta de presentación, un prólogo a lo que puede ser algo grande si al propio Ayer o su sustituto, les otorgan carta blanca para explotar este material de base a conciencia y con muy buena mano. Su director lo sabe de sobra pero no sé yo si los capitostes de la Warner-DC están por la labor... Estaremos a la espera. De momento nos queda un filme irregular pero no del todo desdeñable. Gastar tanta pasta para que luego salga esto ciertamente es de un delito que en Hollywood de momento no está penado por la Ley.
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