domingo, 18 de agosto de 2013

DOCTOR MORDRID

La Tierra es el escenario donde va a tener lugar la lucha entre dos poderosos hechiceros; uno de ellos es Mordrid, centinela de nuestro planeta y de todos sus habitantes, mientras que el pérfido Kabal, escapado de su confinamiento en un planeta prisión, está decidido a todo para destruirla. En mitad de todo este berenjenal una agente de policía y los huesos de un Tiranosaurus Rex que vuelven a la vida con muy malas pulgas...
Tras el sorprendente éxito de "ReAnimator" (1985), su productor, Charles Band, al frente de la Empire Pictures, vivió un periodo de gloria, logrando colocar sus películas en los cines y presentando títulos inolvidables como "ReSonator" o "Dolls". Pero nada dura eternamente, y una serie de desafortunadas inversiones, así como un cambio en las estructuras industriales del cine de bajo presupuesto, les pillaron con el paso cambiado. Resultado: la Empire se fue al garete, pero ello no significó que Band se quedara de brazos cruzados, ya que pronto pudo sobreponerse montando otra compañía, la Full Moon Entertainment, que en líneas generales seguiría defendiendo las mismas premisas que su antecesora, pero distribuyendo directamente sus películas en vídeo, sin pasar por los cines. En una primera etapa, bajo los auspicios de una "major" como la Paramount, la Full Moon pudo colocar sus productos de forma amplia y sin problemas, hasta que a mediados de los noventa se rompió el acuerdo, circunstancia que hizo que a día de hoy la empresa se mantenga de forma muy modesta, sobreviviendo a base de realizar secuelas extremadamente baratas de sus títulos más señeros, caso de "The puppet master" o "Demonic toys", que han llegado incluso a mezclarse.
"Doctor Mordrid" no pertenece al grueso de títulos destacables dentro de la primera etapa de la Full Moon.
Imagen del Dr. Extraño marveliano
No es ni "Subespecies" (1991), ni tampoco "The puppett master" (1989); por no alcanzar no alcanza ni a "Juguetes asesinos" (1992), y eso que estamos hablando de una de las peores, junto a la paupérrima "Semilla negra" (1992), que tiene el honor de ocupar el primer puesto en la clasificación. Se trata, ni más ni menos, de una versión pirata del "Doctor Extraño" de los tebeos de la Marvel, que el guionista C. Courtney Joyner recicla muy malamente, para que luego la pareja de directores formada por el mismísimo Charles Band, factótum de la compañía, y su padre, el venerable Albert, lo redondeen todo con una puesta en escena insulsa, de telefilme, salvada por algún instante medianamente conseguido, como el del esqueleto de tiranosaurio redivivo gracias a las artes del malogrado David Allen, discípulo del gran Ray Harryhausen, y por aquel entonces en nómina de la Full Moon
Las interpretaciones están todas a un nivel francamente ínfimo; Jeffrey Combs, el inolvidable Dr. West de "ReAnimator" y secuelas está para que le den una paliza de lo que sobreactúa. La guapa Yvette Nipar se desenvuelve bien, pero su papel no da más de sí. El único que se salva de la quema es Brian Thompson, actor especializado en roles de villano (con esa cara...) y que se limita a componer un rol de hechicero malvado muy de manual, de manual de patio de colegio...  




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