
El problema de "Drive" radica en que se parece en exceso a un "thriller" de finales de los setenta, de título muy similar. Las intenciones de ambos directores, en aquel caso un Walter Hill de siempre poderosa narrativa, son diferentes, pero es indudable que sus figuras protagonistas se complementan. Son solitarios por naturaleza, parcos en palabras y solo se sirven de la violencia si es necesario, como último recurso. "Driver", filme de Walter Hill, era un "thriller" seco, conciso, propio de la época; "Drive" también es hija de este nuevo milenio, gracias a una estética muy videoclipera pero que, al contrario que en otros casos, funciona de forma más rigurosa y sobria.
Una vez vista, debo afirmar que "Drive" me ha gustado, que es un filme que recomiendo vivamente...Pero si me dan a elegir prefiero "Driver". Más que nada porque uno es más de narradores, caso de Walter Hill, que de estetas de la imagen, caso de Winding, que no creo que lleguen realmente a ofrecer nada más que preciosistas imágenes bañadas en luces de neón. De momento, y en su nuevo proyecto, mantiene el protagonismo de Gosling, pero cambia los coches por motocicletas...Qué quieren que les diga. Pues no. A ver, para gustos los colores, y para luces de neón, los anuncios de colonia navideños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario