Como parte de una apuesta que, de ser ganada, da derecho a formar parte de una de esas típicas hermandades universitarias yanquis, cuatro aspirantes, dos chicas y dos chicos, deben pasar la noche en una casa donde se dice que se produjeron unos terribles asesinatos. Aparentemente todo parece indicar que son paparruchas, pero la cosa pronto cambiará, comenzando una verdadera noche infernal...
En 1981 la carrera de Linda Blair estaba a un paso y medio de irse hacia los cerros de Úbeda, esto es, los subproductos de segunda y similares. Lejanos los tiempos de "El exorcista" (1973), la pobre Linda lo había intentado todo por lograr enderezar su actividad como actriz, pero la secuela, "El exorcista II: el hereje" fue un fiasco de los que hacen daño, lo que sumado a sus problemas personales y sus coqueteos con las drogas fueron el acicate desde el cual se fue gestando un lento pero progresivo declive. Hoy en día sobrevive a base de intervenciones especiales en series de TV, tipo "Sobrenatural", o telefilmes de sobremesa.
Pero antes de tanta roña, Linda tuvo la oportunidad de participar en esta película, que dentro de su modestia de planteamientos, de su más que archisabido argumento, posee unos valores de puesta en escena, algunas ideas visuales, que la convierten en una película digna, incluso puede que significativa dentro del género. Es probable que todo ello fuera fruto de la casualidad, no en vano el director fue el anodino Tom DeSimone, que se empezó en el cine en funciones de montador de programas infantiles y educativos, para luego dirigir diversos filmes porno de temática gay. Su paso por el cine
Linda Blair haciendo gala de sus dotes para el género |
convencional fue sin pena ni gloria, siendo responsable de "Angel 3", último capítulo de la saga
protagonizada por la muchacha metida a prostituta y ángel vengador, cuyas dos primeras entregas tampoco es que fueran gran cosa. Ya en los noventa sería uno de los directores fijos de la teleserie "Quan és fa fosc", estrambótica coproducción entre la TV3 catalana y la Lorimar americana, en la que un juez impartía justicia de día y dictaba sentencias ejecutorias de noche. Tiene un hermano gemelo que se dedica a la actuación."Hell night" queda pues como su mejor aportación en el mundo audiovisual; una película en apariencia simple, muy del montón, pero que tiene destellos de buen cine de terror. Bastantes años después, un "freaky" llamado Rolfe Kanefsky dirigió "El libro del Mal", intento de realizar una especie de secuela oficial de esta película, pero finalmente optó por obviar tales intenciones y hacer algo distinto de lo inicialmente pensado, quedando una comedia autorreferencial, que presagia éxitos posteriores tipo "Scream" y similares.
Cartel anunciador de la secuela oficial de "Hell night", proyecto que finalmente no se llevó a cabo |
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