Laura Mars es una famosa fotógrafa de moda neoyorquina, conocida por sus
instantáneas, donde mezcla erotismo y violencia de forma tan sugestiva como
morbosa, o al menos eso es lo que opinan ciertos sectores de la prensa. Un día
empieza a tener visiones de asesinatos, premoniciones que luego resultan ser
reales, y que cada vez se acercan a personas conocidas, de su entorno personal
y profesional. Un intrépido policía se pondrá de su lado para protegerla,
iniciando ambos un romance marcado por unos asesinatos cada vez más brutales,
que hacen que el cerco alrededor de Laura se estreche irremediablemente…
John Carpenter fue el responsable de escribir el guión de este filme de
terror sobrenatural que, inicialmente, debía también dirigir, como vehículo
para el lucimiento de Barbra Streisand. Al parecer, tras leer el guión, y pese
a que éste se reescribió para acomodarse a sus intereses e intenciones, la
Streisand se bajó del proyecto. Carpenter, que andaba con la mosca detrás de la
oreja por culpa de las injerencias de los productores, no tardó en seguirle los
pasos; acababa de lograr financiación para “La noche de Halloween” (1978) y,
tal y como estaba el patio, tomó una más que sabia decisión.
“Ojos” pasó a manos del anodino Irvin Kershner, realizador del que quizá el
espectador de nivel más freaky recuerde su labor en “El imperio contraataca”
(1980), segunda entrega de la saga “Star Wars”, en la que entró por mediación
de Goerge Lucas, a la sazón alumno suyo en la universidad. Otro filme que puede
despertar cierto grado de consideración sería “Robocop 2” (1990), pero tampoco
creo que haya que ser muy sangrantes con este buen hombre, profesional sin
mácula pero sin el menor atisbo de intencionalidad autoral en su trabajo como
director.
La película posee una atmosfera hitchcockiana muy estimulante, jugando muy
bien con el suspense, pero lo cierto es que la intriga propuesta se basa en
unas cartas marcadas. No hace falta estar muy atento para saber la identidad
del asesino, por simple descarte de sospechosos. Cuando la identidad del
asesino sale a la luz, es muy probable que más de uno se sienta estafado,
porque la pirueta final es de las que provocan vergüenza ajena.
En el reparto, y sustituyendo a Barbra Streisand, tenemos a una esforzada
Faye Dunaway, que se pasa de rosca hacia el tramo final; está acompañada por un
ramillete de intérpretes ciertamente remarcables, como Tommy Lee Jones, René
Auberjonois, Brad Dorif y Raúl Julia. Éste último, fallecido en 1994, aparece
con sus iniciales en los créditos del principio de la película, con objeto de
servir de anzuelo a la estrategia de los guionistas, de ir echando pistas
falsas al espectador con el fin de tenerlo sobre ascuas en todo momento. Ni que
decir tiene que no lo consiguen en absoluto, pues “Ojos” funciona más (y mejor)
por la manera de plantear la historia que no en su ejecución, bastante chorra.
Como apunte anecdótico, indicar que las fotografías que aparecen en la
película fueron realizadas por Helmut Newton, fotógrafo que también se ganó la
celebridad utilizando la morbosidad y la sexualidad explícita en su actividad
con la cámara.
Y bien, esta es la última reseña de este 2013. Espero y deseo
fervientemente que en el 2014 todos vuestros deseos y sueños se hagan realidad
y, de paso, que tengáis a bien seguir leyendo este blog, que seguirá viento en
popa.