Considerada por algunos fans como la peor, "El día de los muertos" (1985) es una más que digna continuadora de la saga iniciada en 1968 con la canónica "La noche de los muertos vivientes", y que George A. Romero completaría en 2006 con "La tierra de los muertos vivientes", cuarta entrega que tampoco recibiría bendiciones precisamente por parte de los seguidores más acérrimos, que muy probablemente tengan en un altar la segunda entrega de la saga, "Zombi" (1979), que hay que considerar la más redonda de todas, incluso de la primera, que conserva su prestigio más que nada por ser la primera, y tener estátus de culto. Ojo, no inmerecido, pero ya un tanto cansino.
"El día de los muertos" adolece de tener unas interpretaciones realmente poco convincentes; Lori Cardille no es muy expresiva que digamos, pero tampoco es que el resto del reparto acabe por dotar de convicción a sus personajes. Ahora bien, a pesar de ello, George A. Romero logró mantenerse fiel a su estilo, proporcionando una película muy satisfactoria a nivel técnico, con escenas de acción medianamente bien resueltas e ideas, como la del zombie "domesticado", que si bien repatearon las tripas a más de un fan, creo que son plenamente coherentes con el espíritu y las intenciones del realizador estadounidense.
La película se rodó en Florida, con objeto de ahorrar costes, en un momento en el cual Romero aún mantenía cierto grado de independencia como cineasta. Posteriormente, a primeros de los noventa, filmaría "La mitad oscura" (1991), adaptación de un libro de su buen amigo, Stephen King, en el seno de un estudio de grado medio, Orion Pictures. La intención era rodar con ellos la cuarta parte, ya planificada, pero la compañía quebró y el proyecto pasó por las manos de diversas productoras antes de que la Universal, en 2006, diera luz verde definitiva al proyecto. La experiencia no debió ser del todo satisfactoria, pues desde entonces Romero ha vuelto a apartarse de las grandes productoras, volviendo al redil de la independencia en sus siguientes películas como director. Recientemente incluso ha llegado a rechazar la posibilidad de filmar un episodio de la afamada teleserie "The walking dead" aduciendo no tanto hastío del tema zombie como su rechazo a que el subgénero se haya convertido en mercancía de amplio consumo para las audiencias, algo que no acaba de compartir, aún siendo una de las almas inspiradoras de la concepción moderna del muerto viviente en el cine.
A modo de advertencia indicar que existe una película titulada "El día de los muertos vivientes 2: contagium" (2006), película rodada con escasos medios, tanto presupuestarios como de talento alguno tras las cámaras. Filmada mediante vídeo digital, "El día de los muertos vivientes 2: contagium" (2006) es un tan oportunista como impresentable producto de cine de terror hecho con la desvergüenza de quien no tiene respeto alguno por el género ni por sus espectadores, quedando como un bodrio sin ningún atractivo, ni estético ni argumental, que merezca la pena resaltar. Más bien lo que hay que lamentar es que sus dos (ir)responsables, James Dudelson y Ana Clavell, obtuvieran el crédito suficiente como para atreverse a acometer semejante atropello, al que siguió un "Creepshow 3" (2006) que era, de forma definitoria, un insulto directo al simpático "Creepshow" que George A. Romero filmó en 1982...
"El día de los muertos" adolece de tener unas interpretaciones realmente poco convincentes; Lori Cardille no es muy expresiva que digamos, pero tampoco es que el resto del reparto acabe por dotar de convicción a sus personajes. Ahora bien, a pesar de ello, George A. Romero logró mantenerse fiel a su estilo, proporcionando una película muy satisfactoria a nivel técnico, con escenas de acción medianamente bien resueltas e ideas, como la del zombie "domesticado", que si bien repatearon las tripas a más de un fan, creo que son plenamente coherentes con el espíritu y las intenciones del realizador estadounidense.
La película se rodó en Florida, con objeto de ahorrar costes, en un momento en el cual Romero aún mantenía cierto grado de independencia como cineasta. Posteriormente, a primeros de los noventa, filmaría "La mitad oscura" (1991), adaptación de un libro de su buen amigo, Stephen King, en el seno de un estudio de grado medio, Orion Pictures. La intención era rodar con ellos la cuarta parte, ya planificada, pero la compañía quebró y el proyecto pasó por las manos de diversas productoras antes de que la Universal, en 2006, diera luz verde definitiva al proyecto. La experiencia no debió ser del todo satisfactoria, pues desde entonces Romero ha vuelto a apartarse de las grandes productoras, volviendo al redil de la independencia en sus siguientes películas como director. Recientemente incluso ha llegado a rechazar la posibilidad de filmar un episodio de la afamada teleserie "The walking dead" aduciendo no tanto hastío del tema zombie como su rechazo a que el subgénero se haya convertido en mercancía de amplio consumo para las audiencias, algo que no acaba de compartir, aún siendo una de las almas inspiradoras de la concepción moderna del muerto viviente en el cine.
A modo de advertencia indicar que existe una película titulada "El día de los muertos vivientes 2: contagium" (2006), película rodada con escasos medios, tanto presupuestarios como de talento alguno tras las cámaras. Filmada mediante vídeo digital, "El día de los muertos vivientes 2: contagium" (2006) es un tan oportunista como impresentable producto de cine de terror hecho con la desvergüenza de quien no tiene respeto alguno por el género ni por sus espectadores, quedando como un bodrio sin ningún atractivo, ni estético ni argumental, que merezca la pena resaltar. Más bien lo que hay que lamentar es que sus dos (ir)responsables, James Dudelson y Ana Clavell, obtuvieran el crédito suficiente como para atreverse a acometer semejante atropello, al que siguió un "Creepshow 3" (2006) que era, de forma definitoria, un insulto directo al simpático "Creepshow" que George A. Romero filmó en 1982...
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