lunes, 7 de julio de 2014

LAS GARRAS DEL INFIERNO

Milton Subotsky, junto a Max Rosenberg, fueron los fundadores y cabezas visibles de la Amicus, una productora que fue la principal rival de la Hammer Films en el terreno del cine de terror. Dado que no podían competir en cuanto a explotar la vía del terror de raíces góticas, por una cuestión de presupuesto, que les imposilitaba de recrear grandes decorados decimonónicos, la compañía se especializó en cine de episodios, ambientados en la época moderna. El sello se mantuvo en funcionamiento hasta bien entrados los años setenta; tras producir diversas adaptaciones de relatos fantásticos de Edgar Rice Burroughs, dirigidos por Kevin Connor, como "La tierra olvidada por el tiempo" (1975) o "En el corazón de la Tierra" (1976), pero para entonces la relación entre los dos socios no era ya todo lo buena que cabría esperar, así que Subotsky decidió separarse de Rosenberg y buscar pastos más verdes para sus intereses como productor.
De este modo recaló en Canadá, donde se asoció con un productor local, Claude Héroux, que por aquella época había producido el primer filme profesional, "Vinieron de dentro de..." (1975), de un realizador llamado a hacer cosas muy importantes en el Fantástico, David Cronenberg. Eran tiempos muy buenos para el género en Canadá, gracias a los apoyos gubernamentales, que fomentaban el cine local con el fin de evitar, en la medida de los posible, el predominio del cine fabricado en Hollywood. Claude Héroux, junto a su hermano y el luego también trasvasado a la Meca del Cine, Ivan Reitman, responsable de "Los cazafantasmas" (1984) entre otros títulos, procedían del ámbito del cine erótico, en el cual se habían hecho un hueco en las salas comerciales de su país de origen.
Lamentablemente Cronenberg no dirigió este "Las garras del infierno" (1977), una cinta, cómo no, de episodios, en total cuatro, que tienen como motivo central a los gatos. Contando con un terceto de actores que ya habían dado sus particulares do de pecho en el género (Peter Cushing, Ray Milland y un Donald Pleasance que estaba aun paso de aceptar el papel de Dr. Loomis para "La noche de Hallooween" carpeteriana, que se filmaría un año después) era de esperar que, si bien no se contaba con un director de empaque, al menos estos tres intérpretes salvarían el honor. Pero no, los tres salen bien poco, en especial los dos primeros, mientras que el tercero cumple el expediente interviniendo en uno de los episodios y ya está.
El nudo central se centra en un escritor de historias de terror (Peter Cushing, of course) que anda algo preocupado por una serie de situaciones que ha venido recopilando en forma de relatos de ficción, que ofrece a su editor (Ray Milland), que en ningún caso cree a pies juntillas lo que le cuenta su autor de cabecera, que afirma que las historias son reales y que los gatos son señales del Mal en la Tierra. Como suele ocurrir, tras pasar de su escritor, el editor acabará pagando cara la osadía de no creer en sus palabras...
"Las garras del Infierno" supuso el último trabajo tras las cámaras de su director, Dénis Héroux, a la sazón hermano de Claude. Vinculado a producciones temáticamente muy alejadas del género que nos ocupa, se hace evidente que no tenía demasiada mano para hacer una película de terror al uso, optando por una puesta en escena escasamente inspirada, nada imaginativa, que por momentos parece un pálido reflejo de influencias del cine de terror inglés de la mejor estirpe, pero muy mal asimiladas y ejecutadas con asombrosa sosería visual. La película funciona a base de abusar de los golpes de efecto, más vistos que el tebeo, que por mucho que Cushing y Milland lo intentan, no logran trascender su condición de piezas menores, escasamente inspiradas creativamente, en un conjunto muy de telefilme. Posteriormente Denis Héroux abandonaría su actividad como director para centrarse en la producción, logrando algunos picos importantes en dicha función, caso de "Atlantic city" (1980/Louis Malle) o "En busca del fuego" (1981/Jean Jacques Annaud).
A pesar de que el producto resultante despertó escaso entusiasmo en el momento de su estreno, confundiéndose prontamente con el grueso del cine de terror facturado por aquel entonces en tierras canadienses, Milton Subotsky se mostró decidido a insistir en el tema de los gatos y el género de terror en episodios. De esta manera, ya bajo pabellón estadounidense, pero con el apoyo de un productor italiano, ni más ni menos que Dino DeLaurentiis, sacaría adelante "Los ojos del gato" (1985), que tomaba como base tres relatos cortos de Stephen King, un autor que por aquel entonces interesaba bastante al magnate transalpino, no en balde produjo diversas adaptaciones de su obra a lo largo y ancho de los ochenta, con resultados muy desiguales. Dirigida por un realizador bregado en la serie B cormaniana, Lewis Teague,  "Los ojos del gato" resulta algo superior a su precedente, más por una cuestión de ritmo que por otra cosa. En un caso había un realizador escasamente comprometido con el material de base y en el otro sí. Y eso que los dos carecían de pretensiones autorales. 

2 comentarios:

  1. Muy interesante Josep, te invito a visitar nuestro blog en www.ifearblog.wordpress.com

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