Una serie de personas, todas ellasa vinculadas de una forma u otra a una institución que se encarga de cuidar de niños huérfanos, van muriendo en extrañas circunstancias, lo que deja a la policía bastante perpleja y sin asideros donde agarrarse y dar con una solución al caso. La situación llega a un punto insostenible en el cual el inspector encargado del caso (Christopher Lee) empieza asospechar que los propios niños del centro tienen algo que ver, pero la realidad es bastante más escalofriante. Ayudado por un médico (Peter Cushing), el inspector intentará dar luz a una historia con unos recovecos que escapan de la realidad.
Basada en una novela de Jack Blackburn, "Nothing but the sun", "Noche infernal" (1973) en su estreno cinematográfico en España, fue la primera, y última, aventura como productor del habitualmente actor Christopher Lee, a través de su compañía, la Charlemagne, llamada así como homenaje a sus ancestros, que descendían de tan significativo personaje histórico.
En aquellos momentos, Lee estaba intentando deshacerse de su estrecha vinculación a la Hammer Films, en especial al rol de Drácula, que había interpretado ya en diversas ocasiones. Temeroso de quedar encasillado, el actor quiso abrir el abanico de posibilidades; pensaba que con Charlemagne podría quitarse el sambenito, pero lo cierto es que no hay película más hammeriana, sin ser de dicha compañía, que "Noche infernal".
Esto se debe a que confió la dirección a Peter Sasdy, realizador de procedencia televisiva, que por aquellos años estaba desarrollando una amplia carrera en la mítica productora de cine de terror británico. Para la hammer, Sasdy filmó algunos títulos francamente muy remarcables, caso de "El poder de la sangre de Drácula" (1970), última de las películas con Lee encarnando a Drácula que vale la pena, antes de la entrada en liza del muy nefasto Alan Gibson. Pero también podemos destacar "Condesa Drácula" (1971), recreación de la vida y maldades de la condesa Erzebeth Nadasdy, y su obra mayor en el seno de la Hammer, "Las manos del destripador" que ofrecía una perspectiva insólita sobre el célebre asesino de Whitechapel.
A Sasdy, nacido en Budapest en 1935, siempre se le ha achacado que sus orígenes profesionales, realizando series televisivas, marcaron un estilo que nunca destacó por ser demasiado creativo, abusando del teleobjetivo y con una puesta en escena algo rígida. Pero en el caso de "Noche infernal" ayudan a crear una atmósfera claustrofóbica, agobiante, que creo que ayuda muy mucho a meterse en la historia y dotarla de inquietud y sentido del suspense, que es de lo que se trata. Otra cosa es que el guión realmente le encontrara el punto a la historia originalmente escrita por Blackburn.
Sea como fuere, la (nula) recepción comercial de la cinta hizo que las posibilidades de supervivencia de la Charlemagne se disolvieran cual azucarillo en el café. Y eso que lo había montado todo de la mejor manera posible, contando con su buen amigo, el extraordinario Peter Cuching, como "partenaire" (un año después de haber colaborado juntos en la excelente "Pánico en el Transiberiano", coproducción hispanobritánica dirigida por Eugenio Martín), al que hay que sumar, en un papel secundario a Diana Dors, actriz que en los cincuenta se intentó presentar como "la Marilyn Monroe inglesa" pero que luego fue decayendo de manera progresiva.
Tras este traspiés, Sasdy regresaría al medio televisivo, con alguna puntual incursión en la gran pantalla, sin despertar la mayor relevancia o interés. La Hammer, por su parte, cerraría oficialmente sus puertas en 1979, aunque aún se mantendría viva mediante diversas intentonas para la pequeña pantalla, en las que Sasdy participaría de forma regular.
Basada en una novela de Jack Blackburn, "Nothing but the sun", "Noche infernal" (1973) en su estreno cinematográfico en España, fue la primera, y última, aventura como productor del habitualmente actor Christopher Lee, a través de su compañía, la Charlemagne, llamada así como homenaje a sus ancestros, que descendían de tan significativo personaje histórico.
En aquellos momentos, Lee estaba intentando deshacerse de su estrecha vinculación a la Hammer Films, en especial al rol de Drácula, que había interpretado ya en diversas ocasiones. Temeroso de quedar encasillado, el actor quiso abrir el abanico de posibilidades; pensaba que con Charlemagne podría quitarse el sambenito, pero lo cierto es que no hay película más hammeriana, sin ser de dicha compañía, que "Noche infernal".
Esto se debe a que confió la dirección a Peter Sasdy, realizador de procedencia televisiva, que por aquellos años estaba desarrollando una amplia carrera en la mítica productora de cine de terror británico. Para la hammer, Sasdy filmó algunos títulos francamente muy remarcables, caso de "El poder de la sangre de Drácula" (1970), última de las películas con Lee encarnando a Drácula que vale la pena, antes de la entrada en liza del muy nefasto Alan Gibson. Pero también podemos destacar "Condesa Drácula" (1971), recreación de la vida y maldades de la condesa Erzebeth Nadasdy, y su obra mayor en el seno de la Hammer, "Las manos del destripador" que ofrecía una perspectiva insólita sobre el célebre asesino de Whitechapel.
A Sasdy, nacido en Budapest en 1935, siempre se le ha achacado que sus orígenes profesionales, realizando series televisivas, marcaron un estilo que nunca destacó por ser demasiado creativo, abusando del teleobjetivo y con una puesta en escena algo rígida. Pero en el caso de "Noche infernal" ayudan a crear una atmósfera claustrofóbica, agobiante, que creo que ayuda muy mucho a meterse en la historia y dotarla de inquietud y sentido del suspense, que es de lo que se trata. Otra cosa es que el guión realmente le encontrara el punto a la historia originalmente escrita por Blackburn.
Sea como fuere, la (nula) recepción comercial de la cinta hizo que las posibilidades de supervivencia de la Charlemagne se disolvieran cual azucarillo en el café. Y eso que lo había montado todo de la mejor manera posible, contando con su buen amigo, el extraordinario Peter Cuching, como "partenaire" (un año después de haber colaborado juntos en la excelente "Pánico en el Transiberiano", coproducción hispanobritánica dirigida por Eugenio Martín), al que hay que sumar, en un papel secundario a Diana Dors, actriz que en los cincuenta se intentó presentar como "la Marilyn Monroe inglesa" pero que luego fue decayendo de manera progresiva.
Tras este traspiés, Sasdy regresaría al medio televisivo, con alguna puntual incursión en la gran pantalla, sin despertar la mayor relevancia o interés. La Hammer, por su parte, cerraría oficialmente sus puertas en 1979, aunque aún se mantendría viva mediante diversas intentonas para la pequeña pantalla, en las que Sasdy participaría de forma regular.
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