viernes, 14 de febrero de 2014

A PROPÓSITO DE ROBOCOP (O CÓMO TOMAR EL NOMBRE DE PAUL VERHOEVEN EN VANO)

Aparte de ser el Día de los Enamorados, el contenido e intenciones de la cual no comentaré pues escapan a los intereses marcados en este blog (y porqué un servidor de ustedes le tiene más querencia a Sant Jordi, aún no teniendo maroma a la que regalar rosas y alguna que otra palabreja de ésas apasteladas) hoy es el día en que se estrena el tan cacareado, publicitado y ya sentenciado, remake de "Robocop" (1987).
Hablar de "Robocop" es hablar de una cinta que algunos de los que amamos, y hemos crecido casi al ladito mismo de un videoclub o de un magnetoscopio, tenemos como parte fundamental de nuestra memoria de cinéfilo aguerrido, a prueba de bombas.
Cierto es que posteriormente se hicieron dos secuelas ya de por sí bastante innecesarias, aunque la segunda de ellas contó con un guión de Frank Miller, convenientemente dulcificado (el original era un derroche violentista que provocó la reescritura del libreto por parte de otro guionista, Walon Green, que no acabó de pillar el tono), y la tercera rodada cuando la productora, Orion, estaba a un paso y medio, mejor dicho, a medio paso, de irse al garete. Después vinieron hasta una serie de televisión en imagen real, bueno, dos, otra en dibujos animados (que puede encontrarse en los chinos, pues la editó Filmax) y un tebeo, que sacó Marvel, aunque yo recuerdo con más cariño la edición que adaptaba la película, en blanco y negro, en aquellos gloriosos días de finales de los ochenta, y que compré en un kiosco de mi barrio, hoy en día ya desaparecido, pero donde fragüe mi interés por los cómics.
Entrando en harina, como algunos de los que tengan a bien leer este blog, el director de la película, el holandés Paul Verhoeven es uno de los directores fundamentales del cine fantástico, gracias a dos títulos seminales del género, como son "Robocop" (1987) y "Desafío total" (1990). La segunda de ellas ya fue víctima de una (per)versión lujosamente filmada con gran despliegue de medios y efectos especiales, pero Colin Farrell no daba el tono y uno siempre tuvo preferencia por aquella Sharon Stone zorrona, por mucho que la Jessica Biel también tenga su aquel, pero no es lo mismo. Len Wiseman, creador de la franquicia "Underworld" posee un gran don para la imaginería de ciencia ficción, pero esta adaptación no era, no podía, y por ello fracasó como fracasó, hacernos olvidar aquella primera versión del relato de Phillip K. Dick.
Los primeros comentarios con respecto a este "Robocop", filmado por el brasileño Jose Padilha, por otra parte un cineasta muy dotado para el cine de acción, indican que el estropicio se ha vuelto a producir, lo cual pone de manifiesto que este Hollywood de hoy ha perdido el norte de manera absoluta. Al ser incapaz de ser original, no tiene más remedio que confiar en ideas y planteamientos ya asentados en la sociedad actual, especialmente en aquella criada en los cómics y los videojuegos. La Marvel, que en los noventa no daba ni una y prácticamente en la quiebra, se salvó del desastre gracias a sus adaptaciones, siendo adquirida hace poco por la Disney, que de paso prepara nuevas entregas de "Star Wars", con Indiana Jones en el horizonte.
Cierto es que hay que darles un voto de confianza, y que será cuestión de verla para tener una opinión de primera mano, ajena a posibles contaminaciones e ideas preconcebidas. Pero creo, sinceramente, que ya sería hora de, en lugar de recrear la magia de los ochenta, mediante remakes sosos y faltos de sustancia, de intentar ir unos pasos más allá. Porque al paso que van son capaces de hacer una nueva versión de "Instinto básico" (1992)...Aunque si Catherine Trammell la interpreta Scarlett Johansonn a lo mejor en este caso sí les daría, no ya un voto de confianza, es que directamente les daría la urna.
En cualquier caso, dejen al bueno de Verhoeven en paz, al menos un rato...

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