jueves, 13 de febrero de 2014

TRAMPA PARA TURISTAS

Un grupo de jóvenes, en pleno viaje de fin de semana por una zona boscosa de los Estados Unidos, tiene que pasar la noche en una antigua gasolinera, apartada de cualquier ruta conocida. En dicha casa, junto a la cual hay una especie de museo con maniquíes que recrean escenas históricas o de temática "western", vive un hombre solitario, en apariencia un nostálgico de los viejos tiempos, cuando el negocio funcionaba viento en popa y lo regentaba junto a su hermano gemelo, presuntamente fallecido. Pero el caso es que las cosas tienen un lado tenebroso, y las sospechas de que aquel tipo oculta un lado criminal empiezan a hacerse realidad. Tan real como sus poderes telequinésicos, que le facilitan realizar sus crímenes...
Rodada poco antes de iniciar su exitosa Empire Pictures, "Trampa para turistas" (1979) es una de las primeras producciones organizadas por Charles Band, apoyándose en el talento de un realizador debutante, David Schmeller, quien tendría un papel fundamental tanto dentro de la Empire como en la posterior Full Moon, donde filmaría "La venganza de los muñecos" (1989); discrepancias sobre la propiedad del guión finalmente rodado, así como por cuestiones financieras de muy diversa índole, provocaron que la relación de amistad entre ambos se agriara, terminando de muy mala manera. Schmoeller, realizador de origen texano, formado en México junto a Alejandro Jodorowsky y alumno de Luís Buñuel, se dedicaría desde entonces al medio televisivo, pero desengañado profesionalmente, pasaría a la docencia universitaria.
"Trampa para turistas" es una modesta, pero muy efectiva, muestra de cine de terror, realizada en un momento en el cual el género vivía cierto resurgir, con "Viernes 13" (1980) a la vuelta de la esquina, pero con "La noche de Halloween" (1978) y "Trampa mortal" (1976) tenidas muy en cuenta. La pericia del por aquel entonces debutante director facilitó que pudiera sacarse petróleo de una idea en esencia muy simple, pero que se benefició sobremanera de la interpretación de Chuck Connors como asesino, así como de la inenarrablemente bellísima Tanya Roberts como una de las jóvenes víctimas, que no sólo son asesinadas brutalmente, sino que además pasan por un proceso que las convierte en maniquíes humanos al servicio del psicopáta que posee poderes mentales, ahí es nada...
El paso del tiempo ha hecho que la película haya ganado cierto grado de culto, aunque hoy en día está un tanto olvidada, cosa rara en un tiempo donde el remake campea a sus anchas. Una propuesta como "Trampa para turistas" demuestra que directores como David Schmoeller pudieron hacer grandes cosas dentro de los márgenes del género de terror, aunque dichas habilidades nunca fueran del todo apreciadas por sujetos como Charles Band, capaz de vender su alma al propio Diablo por lograr ajustar un presupuesto al mínimo exigible. Pedazo de tacaño...

Tanya Roberts, la tentación de Stephen King, su fan número uno, es uno de los principales alicientes de la muy recomendables "Trampa para turistas" (1979), producida por un Charles Band que se abría paso en su faceta de productor de serie B.


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