viernes, 11 de diciembre de 2015

ORGÍA SÁDICA/EL EXORCISTA DIABÓLICO

Hoy toca doble ración de reseñas, las cuales tienen como nexo de unión el hecho de centrar su temática en el sexo, pero también porque se sirven de elementos habituales del cine de género para narrar sus historias.
Abrimos fuego con la divertida "Orgía sádica" (1984/J. White) que pasa por ser la primera película pornográfica filmada directamente en soporte videográfico, aunque este sea un dato un tanto peculiar, en tanto en cuanto hay que dejar constancia que ya se habían rodado filmes en vídeo con anterioridad, tal y como indica Josep Canet, a la sazón productor y director de fotografía de la cinta que nos ocupa. El realizador de la película, oculto tras el seudónimo de J. White es el actor Joaquín Blanco que, en cierto momento de su actividad profesional, pasó a interesarse en el campo de la dirección, dirigiendo un buen puñado de filmes clasificados X, tanto en soporte cinematográfico como en vídeo. 
El argumento del filme, que lo tiene, versa sobre un escritor en plena crisis creativa, al cual su editora le ofrece la posibilidad de pasar unos días en una tranquila casa de campo en la sierra con el fin de terminar su novela. Lo cierto es que la cosa no acaba de ir del todo bien, pues su jefa se presenta con la novia y, ya de paso, ambos descubren la existencia de una secta de neonazis a los cuales les encanta pasárselo en grande montando orgías de sadomaso. El escritor y su novia desmontarán la secta y, ya de paso, rescatarán a una moza a la que éstos tenían secuestrada. 


"Orgía sádica" es una película para adultos, por lo que todo queda supeditado a unas secuencias de sexo filmadas con un nivel bastante pedestre, por no decir directamente burdo, pero que funcionan por el nivel de realismo y cachondeo que proporcionan. Las interpretaciones son también dignas de consideración, en especial la llevada a cabo por Alan Black, que era un habitual de las producciones de White, acompañado por un séquito de féminas que se prestan con inusitada furia y entrega a las escenas sexuales, las cuelas se van sucediendo sin solución de continuidad. Ya se sabe que en una película porno lo de menos es el argumento, pero en este caso se obra el milagro, pues digamos que sí se logra que el conjunto no chirríe, obteniendo un producto bastante aceptable, dentro de las limitaciones que impone el género X, no muy dado a sutilidades. 


"El exorcista diabólico" (1979/Jesús Franco) no es más que una reelaboración de un filme rodado por el propio Franco en 1973, titulado "Exorcismes", a los cuales el realizador madrileño añadió un mayor nivel de erotismo de su cosecha particular para meterlo de lleno en la producción del género que por aquel entonces imperaba en los cines de barrio de media Europa. 
El protagonista del filme es un antiguo sacerdote, encarnado por el propio Franco de forma muy convincente, que trabaja escribiendo relatos en una revista para adultos. El tipo es un hombr marcado por un alto concepto del alma humana, que odia con todas sus fuerzas el pecado y que está decidido a combatirlo con todas sus fuerzas. Es en esta circunstancia que empieza a mostrar interés en la secretaria del director de la revista para la que trabaja (Lina Romay, musa inseparable del cineasta) y cuando descubre que ésta y sus amigas suelen escenificar supuestas misas negras, decide tomar cartas en el asunto, ejecutándolas una a una, hasta secuestrar a la joven, la cual estará a un paso de no ver la luz de un nuevo día.
Aunque un servidor de ustedes reconoce que Jesús Franco es un realizador que siempre me ha interesado, también es cierto que no todo su cine me despierta el mismo interés. En el presente caso, "El exorcista diabólico" es una película plúmbea, aburrida, que discurre a unos niveles que pueden agotar al más pintado. Cierto es que Franco realiza un muy buen trabajo interpretativo, pero el resto del elenco está para pelotón de fusilamiento. En resumidas cuentas, en caso de no ser franquiano de pro, mejor no acercarse a ella, so pena de quedar en estado de shock.



DISPONIBILIDADES

"Orgía sádica" ha sido editada por el sello "Vial of Delicatessens" en una muy recomendable edición, que viene acompañada de una entrevista de Ignasi P. Ferré al productor y director de fotografía del filme, Josep Canet, que relata jugosas anécdotas y hace un interesante repaso a la película. Además incluye una secuencia de créditos que fue desechada posteriormente. La carátula del DVD recupera la misma que tuvo en su edición en VHS en 1984. 

"El exorcista diabólico" fue editada por el sello RSR Multimedia y actualmente se halla descatalogada. La edición no tenía extras y tampoco pista en Versión Original Subtitulada, por lo que hay que ver la película mediante una pista de doblaje bastante floja. 

jueves, 10 de diciembre de 2015

LA CASA DEL DIABLO (Y, DE PASO, EL RETORNO DEL BLOGUERO POR SUS FUEROS)

Pues sí compañeras y compañeros, este blog reanuda sus actividades tras un parón debido a cuestiones tanto personales como profesionales. Por un lado digamos que la vida en ocasiones te lleva a tener que vivir situaciones bastante desagradables, que es mejor digerir de modo paulatino, despacio, con el fin de recuperar el tino y las ganas de escribir. Por el otro se ha venido acumulando una imporatnte cantidad de material que abre las puertas a volver otra vez al redil del procesador de textos, a escribir algunas cosas medianamente interesantes sobre lo que un servidor de ustedes se hecha en el aparato reproductor (no malpienses guarretes) sea éste DVD, Blu ray o VHS, que de momento aún funciona a pleno rendimiento. Y que dure.
Para resetear el blog la mejor manera de hacerlo es con "La casa del Diablo" (2009/Ti West), un delicioso homenaje al cine de terror de los años setenta y primero ochenta que destaca por el hecho de dejarse de homenajes al estilo Tarantino, afrontando el asunto desde dentro, con notable convicción y un estilo como muy vintage, que hace de ella de visión obligatoria para el buen aficionado al género.
Samantha es una joven universitaria que anda algo corta de dinero tras haber logrado que le alquilen una casa unifamiliar. La muchacha busca de forma desesperada el dinero, las opciones son poco o nada atractivas y la única que parece medianamente interesante es la que le ha proporcionado un hombre que afirma que necesita una canguro, Pese a la suspicacia que le despierta la forma de proceder del tipo, que primero parece llamarla, citarse en un lugar concreto y luego no presentarse, Samantha finalmente accede a asumir al trabajo. Pero cuando llega a la apartada casa donde debe realizar su tarea empezará a lamanetarlo profundamente...
"La casa del Diablo" es un filme rodado con muy pocos medios, pero los pocos con los que pudieron contar fueron utilizados con destreza e ingenio. Contando con la arquitectura de viejas casas decimonónicas situadas en Connecticutt, Ti West propone un filme que funciona más a base de lo que sugiere, al menos hasta el tramo final, en que la cosa se desmadra de forma un tanto, pero en beneficio de un desenlace del todo sorpresivo y contundente. 
Estrenada directamente en DVD en España, la película ha venido ganándose un bien merecido título de película de culto. Y con todo merecimiento, pues pocas veces podemos encontrar un filme que asume los elementos estéticos y temáticos del cine de terror satánico de finales de los setenta y primeros de los ochenta de modo tan directo como honesto consigo mismo como para un espectador demasiado cansado de sustos prefabricados y excesos de homenajes mal entendidos, cuando no plagios bien poco recomendables.   

miércoles, 29 de julio de 2015

LA SIMPÁTICA WARLOCK (EL BRUJO) Y SU (MUY LAMENTABLE) SECUELA

Pocas veces ocurre, pero el hecho es que "Warlock" es la historia de cómo una película que estaba a puntode quedarse abandonada en uncajón fue rescatada en el último minuto y estrenada de manera limitada, pero estrenada con el suficiente empuje como para propiciar que se convirtiera en un éxito comercial de primer orden que derivaría en una secuela de lo más tonta y absurda, así como en una tercera parte que ya se estrenó directamente en formatos domésticos por aquello de que la fórmula del "directo to video" le sentaba como anillo al dedo.
Mi primer contacto con "Warlock (el brujo)" (1989/Steve Miner) empieza en un lejano pase televisivo por la segunda cadena de TVE. Por aquel tiempo la película apenas me interesó por estar protagonizada por el muy impresentable Julian Sands, actor inglés que estaba en sus trece a la hora de crearse una carrera exitosa en Hollywood. Lo cierto es que esta película fue lo único con cara y ojos que llegó a hacer en tierras yanquis, porque el resto se compone de mucho subproducto de medio pelo y series de TV a porrillo. Mi interés radicaba en la banda sonora, menor, de un maestro, mayor, del arte de la música de cine, Jerry Goldsmith. Tan alucinado estaba en esos días que llegué a comprarme el disco de vinilo con la BSO.
La reciente recuperación en formato digital de "Warlock" certifica en gran medida sus virtudes: se trata de una serie B modesta pero consciente de ser una baratija, entretenida a más no poder y muy resultona a nivel de efectos especiales. Julian Sands sobreactúa que es un contento, pero al menos sabe lo que tiene que hacer y no termina siendo tan pelma como en otras ocasiones. Le acompañan la encantadora Lori Singer y el muy estirado Richard E. Grant, dirigidos por un director que sin ser un hacha dentro del género, al menos sí lo comprendía, dando lugar a una película simplona pero la mar de entretenida.
El hecho es que "Warlock", aunque filmada en 1989, no se estrenó en cines hasta 1991, como consecuencia de la quiebra de la New World, estudio que había financiado la película. El filme fue rescatado por otra compañía, especializada en ñordos de nivel Alfa, que viendo la pasta que acababan de amasar, se lanzó rauda y veloz a sacar una secuela "Warlock 2, el apocalipsis final" (1993/Anthony Hickox).
"Warlock 2" es la antítesis perfecta de la película de Miner; Julian Sands está que se descontrola de lo lindo, por lo que su papel de Warlock se convierte en una especie de sucedáneo de Freddy Krueger. La trama pasa de la brujería a una historia sobre druidas y amores del pasado que da grima sólo de recordarla. Anthony Hickox rueda una cinta con alma de subproducto escaso de sentido de la autoironía, una serie B desinflada y feúcha, fabricada para un público adolescente y poco exigente con lo que se le pueda ofrecer.
La cosa aún daría para una tercera parte, ya sin Julian Sands como el brujo titular, siendo sustituído por otro inglés con ganas de comerse Hollywood pero que al final básicamente se dedicó a la serie Z: Bruce Payne. Preferentemente quédense con la primera, sin ser del todo redonda, es una película sencilla y resuelta con pericia y buen tino.

SABBATH (LA SERIE DE TV) PRIMERA PARTE

En 1989 TVE se asociaba con cadenas de televisión de Italia, Francia, Portugal y Alemania y ponía en marcha una producción, compuesta de seis telefilmes de alrededor de noventa minutos de duración cada uno, que tenían como elemento común el estar centrados en la brujería. El proyecto, como suele ocurrir, tomó diversas variantes, dando lugar a seis productos muy diferenciados entre sí en cuanto a intenciones y resultado final. TVE encargó sus dos aportaciones, "La luna negra" y "La leyenda del cura de Borgota" a dos directores, Imanol Uribe y Pedro Olea, respectivamente, que seguramente no eran los más indicados para afrontar un filme de género fantástico. Quizá ambos pudieran apreciarlo como espectadores, pero como cineastas se quedaron muy cortos, proporcionando dos películas bastante alicaídas y bien poco estimulantes, aunque Uribe sí logra, en ocasiones, trascender un poco el material de base, obteniendo algunas escenas meritorias, lastradas por unas interpretaciones nefastas y un tono en exceso solemne que no ayuda en absoluto a que el resultado final sea satisfactorio. Curiosamente se da la circunstancia de que ambas producciones lograron ser distribuidas en cines a nivel nacional, con el fin de obtener mayores beneficios antes de su posterior paso por la pequeña pantalla.
De "La luna negra" (1989) ya he hecho un comentario bastante resumido de lo que es y lo que hay, pero podemos añadir que es una película que posee un guión con algunas ideas argumentales muy potentes, que Uribe no sabe o no puede aprovechar de la manera debida. El filme narra la maldición que cae sobre una familia bien saneada a nivel económico, como resultado de la cual nacerá una niña que oculta una mente perversa y maléfica, provocada por la intercesión de un íncubo, esto es, un demonio femenino, encarnado con escasa convicción por la malograda Amparo Muñoz. El patriarca de la familia (Fernando Guillén) y su hija (una inenarrable Lidia Bosch) descubrirán demasiado tarde las consecuencias de lo ocurrido años atrás...El reparto se completa con Fernando Sancho, Emma Suárez y un principiante Jose Coronado.
Si Uribe se quedó corto en su labor, el italiano Lamberto Bava acometió un desastre de proporciones casi bíblicas. A alguien se le ocurrió que podía hacer una nueva versión de la obra maestra de su padre Mario Bava, "La máscara del Demonio" (1960), y ni corto ni perezoso se dispuso a cometer semejante atropello sin encomendarse a Dios o al Diablo, en un filme que se revela bien pronto inútil, tanto a nivel estético, bien hortera, como técnico, del todo desastroso. Lamberto Bava no da pie con bola en ninguno de sus fotogramas.
El nivel cualitativo crece de manera exponencial gracias a "Anna Göldin, la última bruja", que se basa en la historia real de Anna Göldin, la última mujer ejecutada en Suiza por su condición de supuesta bruja, a finales del siglo XVIII. Mediante una puesta en escena muy sencilla pero a la par muy lograda, la película nos narra la tragedia de Anna Göldin, una mujer de pasado trágico, que se vio metida en una historia de maltratos que su señor reconvirtió en un tema de actividades brujeriles, acusándola falsamente de hacer pactos con el Diablo y meter a su pequeña hija en el tinglado, cuando la realidad era que él mismo se encargaba de torturar a su propia hija, como consecuencia de una conducta sádica que algunos conocían pero callaban de manera cobarde. No fue hasta finales del pasado siglo que Anna fue exonerada de todos los cargos, en uno de las episodios más trágicos y vergonzosos de la Historia europea
De esta serie me quedan por comentar los otros tres telefilmes, que dejo para más adelante, cuando haya completado su visionado.    

jueves, 16 de julio de 2015

LIBROS DE CINE Y EL IMPRESCINDIBLE DELIRIO NÚMERO 15...

Como de no sólo de películas debe vivir el cinéfilo de pro, hoy les traigo a este, su blog, una serie de libros por si se da el caso de que no tengan nada que hacer en estos días de calor intenso, aparte de disfrutar de este radiante sol que nos ha tocado en suerte o tener a la novia al ladito, con un par de cervezas bien frías arrimadas. En caso de no tener esta suerte, pues lean, lean, que siempre pueden sacar algo en claro. Se supone. Y lo del par de cervezas frías pues...Igual pueden tenerlas a mano si les conviene.
Abrimos fuego con "Películas de culto" (T&B Editores), de Mauricio Bach; se trata de un voluminoso ensayo sobre el cine que ha creado entusiasmo, maravillado, extasiado, sea por su contenido, por su manera de enfocar los géneros o porque su gestación fue más o menos problemática, que de todo hay en esto del cine llamado de culto. El libro digamos que resulta interesante, pero claro, hay capítulos que pueden ser más entretenidos que otros, más cuando el género que analiza es el que se hacer más a nuestros intereses. Desde el cine mudo, a la serie B más irreductible, este libro bien merece su lectura atenta y concentrada. Un trabajo que mezcla lo sesudo y profundo con sus buenas dosis de sano desprejuicio.


No es una novedad, pero "Christopher Lee & Peter Cushing, los caballeros del terror británico" (T&B Editores) es la edición original, de 2008, de un libro original de Juan Manuel Corral, que posteriormente fue desgajado en dos mitades, con el fin de ampliar información sobre los dos actores citados, que suponen dos de las figuras más clásicas dentro del cine de terror europeo y mundial. Ya saben que Corral es un escritor algo pesado, que en ocasiones puede tener opiniones algo estrambóticas, pero debe reconocerse que este trabajop merece muy mucho la pena, resultando más interesante que las posteriores versiones ampliadas, en las que su autor tampoco es que se explayara mucho sacando material nuevo a colación, más bien todo lo contrario.


"Cine trash, una mirada a las películas de serie B y Z" (Quarentena Ediciones) es un trabajo de Ángel Ferris y Núria Fontanet, autores ambos con ya una amplia trayectoria conjunta en seno de esta editorial catalana. Ambos fueron los autores de otra guía, "Más de 200 películas que NO deberías ver antes de morir" que, creo, era muy superior a este trabajo, un compendio del peor cine de género hecho con cuatro perras o con niveles intelectuales bajo cero. Su obsesión por ser ingeniosos, divertidos, hace que su lectura en ocasiones resulte algo azarosa, aunque se agradece que hayan realizado un acercamiento que, en algunos aspectos, sirve para cubrir algunas lagunas fílmicas sobre productos que, por lo general, son pasto de canales de TDT tipo Energy o similares, lo cual dificulta muy mucho su visionado e identificación. Es una obra entretenida, pero digamos que los textos son demasiado escuetos en ocasiones, con lo cual todo queda en chistes y frases más o menos divertidas pero que entorpecen el disfrute de algunas de las reseñas.


En última instancia, recomendar el número 15 de Delirio, la revista de ciencia ficción dirigida con mano maestra po Francisco Arellano, que ofrece relatos de indudable interés para el aficionado al género desde una óptica más clásica o desde sus últimas y más innovadoras apuestas. Un ejemplo que demuestra cómo editoriales pequeñas pero guerreras, como es el caso de la Biblioteca del Laberinto hacen grandes aportaciones culturales aún teniendo que lidiar con la desidia de unas altas esferas políticas que, hoy por hoy, solamente basan su idea cultural en subir el IVA y entregar la cultura a unos pocos, cuando la cultura es algo que debe estar al alcance de todos, sin excepción alguna. Y que conste que no defiendo la piratería, ojo.
Bueno, espero que disfruten de estas aportaciones, deseando un buen Verano a los lectores de este blog.


Como ya indiqué anteriormente, obligaciones profesionales me obligan a estar un mes lejos de este, su blog, con lo cual les emplazo al mes de Septiembre, con nuevas reseñas y, espero, nuevos proyectos en marcha. Muchas gracias por estar ahí y saludos.  

martes, 7 de julio de 2015

EL LARGO Y (DEMASIADO) CÁLIDO VERANO...

Pues sí queridos lectores y compañeros de viaje de este blog, el caso es que el Verano llegó y ha llegado con ganas. Ganas de dejarnos a todos bien deshidratados, mediante una ola de calor asfixiante que parece que no remite ni por casualidad. El caso es que en "El cinéfilo militante" estoy seguro que la mayor parte de la gente que tiene a bien leerme sabrán cómo mitigar los efectos de este calor casi dantescos que andamos padeciendo. Un servidor de ustedes lo va soportando como puede, aunque en todo caso espero que no se me refriten, pues espero tenerles deambulando por aquí durante mucho tiempo. Decirles que este blog, por cuestiones profesionales, cerrará este Agosto, pero la idea es que, en la medida de los posible, seguiré sacando algún que otro post con la vista puesta en Septiembre, que la cosa volverá con nuevos bríos y con ganas de seguir comentando películas. Mientras tanto les dejo con una foto de Hilary Swank, actriz ganadora de un par de Oscar de Hollywood y que, como pueden comprobar, no es que se sienta muy afectada por la ola de calor que hoy por hoy nos domina. Espero y deseo que tengan un Verano provechoso, que el calor los deje pensar de forma nítida y que no se me licúen demasiado. Si están de vacaciones disfrútenlas, si trabajan pues también y si les han vuelto a dar calabazas pues...Digamos que lo mejor es pasar página y dejar de lado los malos rollos, negatividades y buscar gente positiva, que siempre la hay.
Les dejo con Hilary...


Plus: como me han sido buenos a lo largo de esta temporada, "El cinéfilo militante" les ofrece una imagen de la modelo, y mejor persona, Sarah Leanne. Que lo disfruten con salud y alegría veraniega, que se lo merecen.


Ahora sí, les dejo en buena compañía. 

LENTEJUELAS DE SANGRE

El barcelonés Antoni Pierrot (1942-2011) es una de esas figuras que ponen de manifiesto que cuando se ama el cine de género pueden superarse toda clase de obstáculos, pudiendo, en ocasiones, dedicarse a ello desde una vertiente no profesional, mediante aquellos elementos que podamos tener más cerca, sea expresándose con cortos realizados mediante Súper 8 o vídeo o dibujando. Pierrot, que empezó dentro del ámbito del teatro aficionado, poniendo en escenas obras de marcado carácter terrorífico, pasó posteriormente a la práctica de cine dirigiendom cortos en formato de Súper 8. En su faceta como dibujante e ilustrador, ilustró y participó de forma muy activa en el seno de la mítica "Terror fantastic", siendo luego el impulsor de la sucesora de ésta, "Vudú", aunque en este caso la publicación fue algo más errática pero igualmente se convirtió en una cita ineludible para los amantes del género de terror, en un momento en que hallar revistas especializadas en este país era casi una quimera o duraban bien poco en los quioscos, por falta de ventas.
"Lentejuelas de sangre" (2010) es un documental que acerca la figura de Antoni Pierrot, situándole en su justa medida dentro de la historia de nuestro cine. Hombre muy implicado, artísticamente entregado a aquello que le apasionaba, fuera una obra de teatro, un corto o una simple ilustración, Pierrot fue un divulgador, un fan muy decidido, que se lanzaba a la aventura casi sin pensarlo, sin red. A partir de las declaraciones de personas que le conocieron a lo largo de su vida, el documental nos abre las puertas de una figura que hoy ha quedado un tanto olvidada, pero que debe ser reivindicada por cuanto su forma de hacer y entender el cine de género nunca han vuelto a darse, al menos no con el grado de apasionamiento y entrega que desarrolló este hombre. 
La única pega, pues que se hace muy corto, en tanto en cuanto uno desearía saber más cosas de la vida de tan singular personaje. Una obra, la dirigida por Eduardo Gión, que bien merece ser vista y valorada. Edita Vial of Delicatessens, que acompaña la edición con un par de cortos de Pierrot, así como una entrevista con el director y diversas piezas que ayudan y complementan a situar el personaje. Muy recomendable en todos los sentidos.  

miércoles, 1 de julio de 2015

LOS CHICOS DEL MAÍZ

Ayer les hablaba de "Secretos de la tumba" ("Grave secrets"/1989) una bien poco recomendable cinta de terror filmada de manera especialmente cretina por Donald P. Borchers; en dicha reseña ya indicaba que el tal Borchers se labró cierta "reputación" merced a un par de "clásicos" del videoclub que produjo. Uno de dichos filmes era "Los chicos del maíz" ("The children of the corn"/1984/Fritz Kiertsch), una muy modesta producción que acabó generando cuantiosos dividendos e infinidad de secuelas, todas ellas del todo olvidables, así como un remake, dirigido por el propio Borchers, en 2009, que quedó tan bien, pero tan bien, que a día de hoy no cuenta con distribución internacional digna de tal nombre. De hecho es probable que si la piratean se choteen de ustedes cosa mala. 
La película se basa en un relato corto de Stephen King, de aires inequívocamente lovecraftianos, recogido en su imprescindible "El umbral de la noche", primera recopilación de cuentos del escritor estadounidense, donde se recogen algunas piezas de indudable calidad, algunas de ellas también posteriormente convertidas en obra fílmica, caso de "Camiones", que adaptó el propio King en 1986 con "La rebelión de las máquinas" o "El hombre de la cortadora de césped", que dio lugar a la popular, y bien poco memorable, "El cortador de césped", bajo la batuta de Brett Leonard, en una versión que no tenía nada que ver con el original, tanto es así que King los plantó una demanda por usar su nombre como reclamo en tanto en cuanto la adaptación tenía bien poco en común con el relato original. 
En este caso hay que decir que su guionista, George Goldsmith, realizó una adaptación bastante aceptable, en la que se nos narra la historia de una pareja que llega a un alejado pueblo perdido en mitad de Nebraska, un pueblo donde no hay adultos. Éstos han sido asesinados en su totalidad, pues los niños ahora rinden culto a una extraña deidad que se supone vive en los cultivos de maíz, que les obliga a acabar con toda aquella persona mayor de dieciocho años. Ni que decir tiene que la pareja de recién llegados pronto verá que la cosa pinta bastante mal para sus intereses, por lo que iniciará una loca huida con el fin de evitar ser ejecutados en una brutal ceremonia. 
Sin ser lo que se dice una película redonda, cabe destacar que "Los chicos del maíz" acaba funcionando como una pieza menor, pero resultona que, consciente de sus defectos, intenta soslayarlos a base de un más que correcto uso del desasiego. A mí, en su día, me resultó una película ciertamente desasosegante, que lograba ponerte en situación. Tampoco es que el Kiertsch sea un maestro, su carrera posterior digamos que fue menos que discreta, pero sí hay que dejar claro que estamos ante una muy buena cinta del género, filmada con corrección y sin tomar el pelo al personal, lo que es toda una virtud. Otra cosa es que todas estas virtudes fueran suficientes como para generar una franquicia en la que poco quedaba ya por explotar, repitiendo la fórmula como el ajo y sin aportar mayores elementos de interés que mayores dosis de sangre o el mal rollo que dan un grupo de menores de edad vestidos en plan "amish" pero con mala uva.
La pareja protagonista fue encarnada por Linda Hamilton, por aquel entonces en la cresta de la ola gracias a "Terminator" (1984/James Cameron) y Peter Horton, actor eminentemente televisivo que, a día de hoy, sigue muy vinculado a la "caja tonta· aunque ahora dirigiendo más que actuando.  

martes, 30 de junio de 2015

JURASSIC WORLD

Ya se sabe, hoy en día lo original parece que es algo que no tiene cabida, que no vende lo que debería vender. Hollywood apoya su supervivencia en grandes superproducciones, cargadas de efectos especiales, de mensajes que podrían ser obra de un niño de cinco años, o menos, que si no sale su superhéroe es muy probable que la cosa carezca de interés o, en última instancia, hacer remakes insustanciales que engrandecen aún más la grandeza del original, dando ganas de dar una buena tunda a sus responsables...
A la hora de juzgar una película como "Jurassic world" (2015/Colin Trevorrow) todos estos elementos podrían ser utilizados para valorar esta película, que no deja de ser un típico "blockbuster" veraniego, hecho con la clara (y en ocasiones sana) intención de que el respetable desconecte de la rutina por un par de horas. En eso, Trevorrow logra un triunfo pleno, pues esta cuarta entrega de la saga iniciada en 1993 por Steven Spielberg es eso, un pasatiempo filmado con una precisión milimétrica, aunque todo ello tenga tamaño gigantesco, como la del temible dinosaurio híbrido creado en los laboratorios del parque, reabierto en un futuro cercano.
El hecho es que la larga sombra spielbergiana domina todas y cada una de las secuencias de esta cinta, en la que su director intenta siempre rendir pleitesía al maestro, mediante guiños, peueños detalles que se van desperdigando por el metraje de la cinta en plan migas de pan, hasta llegar a un desenlace donde queda claro que Trevorrow es un director competente, que quizá haga grandeso cosas en el futuro pero que, en este caso, ha preferido dejar su impronta personal en casa, prefiriendo ponerse la careta de simple y llano amanuense al servicio de una Universal necesitada de un gran éxito y de un Spielberg que muy probablemente ya esté en su casa contando la pasta que le ha dejado el asunto en forma de beneficios. 
El guión es lo de menos, básicamente es una excusa para homenajear los títulos precedentes y, llegado el momento preciso, ofrecer un circo de tres pistas, un "más difícil todavía", todo ello arropado con la música de Michael Giaccino que hace exactamente lo mismo, utilizar la melodía de John Williams para, luego, dejar las cosas claras, es todo más de los mismo, pero más grande y, por extensión, más hueco. El mensaje spielbergiano de la familia unida se mantiene, eso sí, incólume al paso del tiempo. Es en ese punto, en el mensaje final, donde Trevorrow deja entrever las posibilidades de dar un giro a la franquicia en próximas entregas (que las habrán...) que esperemos que mantengan el espíritu de sano divertimento de esta propuesta, poco original en el fondo, pero muy honesta en cuanto a intenciones en la forma. El dólar, señores, es el dólar.

SECRETOS DE LA CRIPTA

Un investigador especializado en fenómenos paranormales (Paul LeMat), cuya actividad personal y profesional anda muy afectada por la muerte de su esposa, decide investigar el caso vinculado a una joven mujer (Rennee Soutendijk) que sufre el acoso de un fantasma especialmente violento que suele hacer acto de presencia alrededor de la medianoche. Pese a que la mujer decide en cierto momento no hacerse con sus servicios, el investigador se hace cargo igual de la investigación, descubriendo que el fantasma en cuestión es el padre de la chica, un tipo especialmente brutal y sádico, que abusaba sexualmente de ella. Una noche, y tras llamar a un médium, los acontecimientos se precipitarán hacia el descubrimiento de una realidad sumamente aterradora...
Donald P. Borchers es un hombre conocido básicamente por su papel en el desarrollo de algunos clásicos de la serie B de los ochenta, caso de "Los chicos del maíz" (1984/Fritz Kiertsch), de la cual el propio Borchers realizó un muy olvidable remake en 2009, de distribución muy limitada, dada su escasa calidad, o de "Vamp" (1986/Richard Wenk). Ambos títulos los financió en el seno de la New World, productora donde vivió algunos de sus mejores momentos como profesional del cine, no olvidemos que allí también produjo "Angel" (1984/robert V. O'Neill), aquella historia de una joven que era colegiala de día y prostituta (y vengadora urbana, ahí es nada) de noche. Entre unas y otras intentó hacerse un hueco como productor "de prestigio" pero ninguna de sus intentonas de lograr un puesto relevante obtuvieron el eco comercial esperado, por lo ha seguido vehiculando su actividad en productos de consumo rápido, de distribución directa a las estanterías de los videoclubes o para ser explotadas en la televisión de pago yanqui.
Esta "Secretos de la tumba" (1989) supuso su estreno como director de cine y no puede decirse que el tipo se luciera demasiado en su labor. Pese a un primer tramo bastante digno, en el que da esperanzas de poder estar al menos ante una serie B de tono menor pero disfrutable, la cosa poco a poco va decayendo de manera absoluta. Una dirección apagada, muy de telefilme de sobremesa, un uso casi obsceno de los clichés más típicos de las historias de fantasmas, un guión anodino, con ecos a la genial "Al final de la escalera" (1980/Peter Medak) y unas interpretaciones, en líneas generales muy nefastas, en especial las de la pareja protagonista, LeMat y la holandesa Souttendijk, que intentaba abrirse paso en Hollywood, fracasando en su empeño. El único que logra trascender la mediocridad del conjunto es David Warner, que otorga un alto nivel de credibilidad a su papel de médium, en una aparición, por desgracia, muy breve. 
Se podría poner como excusa la falta de medios, pero es evidente que Borchers también puso muy mucho de su parte para que "Secretos de la cripta" quede como lo que es, un "quiero y no puedo" de fantasmas del pasado, literalmente regresados de la tumba y con ganas de putear de lo lindo al respetable. Su ineficacia a la hora de sacar provecho de una historia que, sin ser muy original, bien tratada podía dar bastante juego se hace palpable en secuencias de ritmo cansino, resueltas visualmente con mucha desgana y sin una pizca de imaginación que permita que la cosa suba enteros. El resultado es que uno termina por desentenderse de ella por completo, en tanto en cuanto los personajes se nos hacen sumamente antipáticos
No es de extrañar pues que la cinta tuviera una distribución comercial más bien oscura, reservada a su explotación en vídeo, donde llegó a distribuirse con los títulos de "Secret screams" y "Grave secrets", siendo estrenada en países latinoamericanos bajo el sonoro título de "La esperanza negra". El escaso eco comercial de la cinta provocó que Borchers no volviera a dirigir una cinta hasta casi doce años después, con el "thriller" cómico "Perfect fit" (2001) que tampoco es que entusiasmara demasiado al personal, quedando relegado también a una distribución pésima por no decir casi inexistente. Su filmografía se cierra en 2009 con el ya citado remake de "Los chicos del maíz", que definitivamente ha acabado con su actividad tras la cámara, limitándose a producir o a la aparición en documnetales donde recuerda sus años dorados en la New World, cuando era un "niño prodigio" con ganas de comerse Hollywood.

lunes, 29 de junio de 2015

GUÍA DEL AUTOESTOPISTA GALÁCTICO

Una buena mañana el joven Arthur Dent encuentra su casa rodeada de operarios de la contrucción prestos a derruirla. El ayuntamiento ha proyectado una carretera de circunvalación y la casa debe ser demolida. En pleno ataque de histeria por lo que está a punto de suceder se presenta el mejor amigo de Arthur, quien le informa de que en realidad es un extraterrestre, un autoestopista galáctico y, de paso, que la Tierra está a a punto de ser destrída por una raza de alienígenas, los vogones, que también andan interesados en mejorar las rutas, en este caso las del espacio exterior. Con el planeta Tierra al carajo y convertido, aparentemente, en el último ser humano en el Universo, Arthur inicia una extraordinaria aventura que le llevará a conocer a estrafalarios personajes, vivir abracadabrantes aventuras y a decir adiós y gracias por el pescado...
La historia de "Guía del autoestopista galáctico" empieza en 1978, cuando un joven guionista, Douglas Adams, crea una radionovela cómica de igual título, cuyo éxito en las ondas propicia que sean traspasados al formato novela al poco tiempo y, de este modo, generar otros cuatro libros más que refrendan a Adams como uno de los autores más sorprendentes e imaginativos de la ciencia ficción. Tras una adaptación televisiva, de la que no quedó del todo convencido, Adams decidió saltar el charco para lograr hacer una adaptación al cine con cara y ojos, en la que ejercería un control obsesivo con la vista puesta a evitar que su creación se convirtiera en pasto de la idiocracia hollywoodiense. Lamentablemente un ataque al corazón, en 2001, hizo que tales pretensiones quedaran del todo abortadas. Douglas Aadams murió en un gimnasio a los 49 años de edad.
A pesar de ello, el proyecto siguió adelante, pero sin la presencia de Adams digamos que éste quedaba desprotegido. Adquirido por la Disney, la película pasó a convertirse en el mascarón de proa para revitalizar a la Touchstone, la rama de cine "adulto" (no va con segundas, que es la Disney, malpensaos) y que casi nunca había dado lugar a grandes éxitos de taquilla. 
El resultado final de todo ello fue una película que no acabó de gustar a los amantes del libro, que se sintieron profundamente decepcionados por el hecho de meter con calzador una trama romántica que en los libros brillaba por su ausencia, así como la apuesta por mantener la base de su estilo de humor, muy inglés al fin y al cabo, aún a pesar de que con ello se convertía al conjunto en una especie de película de los Monty Python sin los Monty Python, que es lo último que seguramente hubiera deseado su creador, que si bien escribió guiones para algunos de los componentes del mítico grupo cómico, había apartado a la "Guía del autoestopista galáctico" de un recurso en primera instancia tan previsible que de haber estado vivo hubiera deplorado de manera total y absoluta. El hecho es que la película se dio un buen batacazo en la taquilla estadounidense, circunstancia que en gran medida sentenció las posibilidades de hacer una franquicia. 
No es que "Guía del autoestopista galáctico", la película, sea mala, tiene momentos hilarantes, unos efectos especiales de primera fila y unas interpretaciones ciertamente muy logradas, el problema radica en que sus responsables, pese a dejar las riendas en un reparto y un equipo técnico en su mayoría británico, realmente no parecían creer muy mucho en lo que podría hacer la película, por lo que la cinta más bien parece un parque temático, una comedia que intenta ser diferente pero que tampoco casa con el tipo de comedia que puede gustar a nivel masivo. 
El paso del tiempo, y la edición en DVD, han hecho que la película haya ganado cierto grado de apreciación para algunos  fans del género. Muchos apuntan a que la Disney se cargó lo mejor del concepto de Adams para convertirlo en un producto inofensivo, sin la carga ácida y directa del original, pero el hecho es que el director, Garth Jennings, logró hacer un trabajo ciertamente muy loable, respetuoso dentro de lo que le dejaron los márgenes establecidos por la casa del ratón. 
    

RAZAS DE NOCHE

Boone es un joven víctima de unas recurrentes pesadillas, en las cuales aparecen extrañas criaturas procedentes de un mundo situado en el subsuelo. Estas pesadillas han afectado a su estado psíquico de forma tal que necesita la ayuda de un psicoterapeuta, el Dr. Decker, en realidad un asesino en serie que pretende aprovecharse de la situación de su paciente para endosarle sus crímenes y de este modo salir indemne. Ahora bien, las pesadillas de Boone no son una fantasía, son realidad, una realidad que hará que la vida del joven cambie por completo...
"Razas de noche" es, sin ninguna duda, el trabajo más ambicioso de su director, el inglés Clive Barker, una película de gran presupuesto que, de haber salido bien, le hubiera proporcionado parabienes y una carrera como cineasta con algo nuevo que decir dentro del cine de terror. El caso es que las cosas salieron totalmente del revés...
Tras "Hellraiser" (1987), un filme de terror visualmente muy potente, pero que no dejaba de ser una serie B, un éxito sorpresa que ni el propio estudio responsable, New World, se creyó, Barker se embarcó en un proyecto de mayor envergadura, tanto a nivel financiero como a nivel artístico. Un estudio de los que podríamos considerar "independiente", Morgan Creek, por aquel entonces vinculado a la Fox, le propuso adaptar una de sus novelas, "Cabal". Barker lo tuvo claro desde el principio, dejó de lado la secuela de "Hellraiser" y concentraría sus esfuerzos en una ambiciosa epopeya de terror y romanticismo que se ganaría el estátus de culto más bien por motivos extracinematográficos que no por la calidad de la cinta, un tanto irregular si somos honestos con el resultado final, aunque en este último aspecto habría que hacer ciertas aclaraciones, más que nada porque la priemra versión de "Razas de noche", la estrenada en cines en 1989, no es el montaje de su director, teniendo que esperar casi un cuarto de siglo para acceder al montaje que éste tuvo entre manos y que ha sido recientemente editada en DVD y en Blu ray en España por el sello Feel, en una edición pobretona, sin extras que permitan revalorizar y reevaluar la película en su contexto o que analicen el montaje original y lo comparen con el de Barker.
El hecho es que el rodaje de "Razas de noche" no fue lo que se dice un oasis en mitad del desierto, más bien todo lo contrario. James G. Robinson, jefazo de Morgan Creek, se mostró siempre muy crítico con las decisiones de Barker, pidiendo mayor claridad en la historia, que él consideraba demasiado densa, excesivamente pensada para los fans del escritor y realizador inglés. Hasta cierto punto el tal Robinson tiene razón, "Razas de noche" es una película que se aprecia mucho mejor si se concoe la obra barkeriana, su imaginario, tanto es así que en ocasiones parece como si el director se extasiara a sí mismo con la plasmación de sus ideas en pantalla. Algunas de estas ideas proponen soluciones visuales del todo admirables, pero que se ahogan por el exceso de un realizador que, cual pintor ante su tela blanca y reluciente, pinta demasiadas cosas y al final no sabe qué elemento resaltar, dando lugar a un lienzo precioso visualmente pero extremadamente recargado. 
Pues eso es "Razas de noche" una sobrecarga de imaginario barkeriano elevado a la enésima potencia. Los productores, al ver la copia final, se asustaron, le quitaron la película de las manos y recortaron impunemente, y tomando como excusa el exceso de violencia gráfica, dieron lugar a una confusión de personajes que aparecen y desaparecen de pantalla, de situaciones que no se sabe bien de dónde proceden, pero que se supone que tienen un fin, aunque vaya usted a saber cuál. Barker se sintió profundamente dolido por tal manera de hacer las cosas, tardando más de un lustro a ponerse de nuevo tras las cámaras con "El Señor de las Ilusiones" (1996), otra propuesta inusual dentro de los esquemas del cine de terror de la época, que se saldó con un nuevo enfrentamiento con los productores y un fracaso comercial en taquilla que ha hecho que su actividad como realizador se haya paralizado hasta el día de hoy, en que anuncia proyecto para el año que viene.
En el reparto tenemos a la pareja Craig Sheffer y Anne Bobby, muy competentes ambos en sus papeles, pero que pierden posiciones ante la sorprendente creación del director canadiense David Cronenberg como el malvado Dr. Decker. El nuevo montaje permite disfrutar más y mejor de su papel, en el que se nota que disfrutó como un niño pequeño ante un juguete nuevo. Otro aspecto destacable es la hermosa banda sonora de Danny Elfman, por aquel entonces un fijo de Tim Burton. 

viernes, 26 de junio de 2015

EL OCIOSO IMPENITENTE PRESENTA A EL CINÉFILO MILITANTE...

Pues sí amigas y amigos que tenésis a bien ser asiduos a este, vuestro blog, el caso es que este "ocioso" ha decidido oficialmente cambiar la denominación a "cinéfilo" por aquello de que la gente no se creyera que esto era un antro de vagos y maleantes, de un tipo que habla de cine de terror y cosas parecidas. De hecho este blog seguirá hablando de ese tipo de películas, no se me apuren, pero digamos que la idea, como siempre, es la de renovarse o morir. Tenemos mucha tela que cortar en próximas reseñas, caso de "Razas de noche" (1990/Clive Barker) o "Terror en el espacio" (1965/Mario Bava). Del maestro Bava aprovecharé para tratar algunos títulos la mar de interesantes, que vale la pena de tener muy en cuenta. La sección de libros volverá próximamente con una reseña del interesante "Películas de culto", escrito por Mauricio Bach, y en series de TV tendremos la curiosa "El hombre invisible", producción británica inédita por estos lares pero que bien merece cierta consideración. 
Así que ya lo saben, están invitados a esta nueva etapa, que se intentará que sea más dinámica y algo menos espesa. Permanezcan atentos a sus pantallas, la diversión empieza en 3,2,1...  

jueves, 18 de junio de 2015

LOS PERVERSOS ROSTROS DE VICTOR ISRAEL

Los responsables del imprescindible volumen sobre la historia del cine fantástico hecho en España, "Silencios de pánico", del cual ya realicé la pertinente reseña en su momento, realizaron más o menos por las mismas fechas este muy interesante documental, que se sirve de la figura del entrañable Víctor Israel como figura representativa de cierto tipo de actor secundario, o más bien de reparto, que amuebló con su evidente profesionalidad infinidad de coproducciones de género en los años sesenta y setenta, para luego ir derivando hacia otros medios, caso de la televisión o, en menor medida, sobreviviendo a base de intervenir en producciones que seguían las modas del momento, fueran comedias, cintas eróticas o cine de terror de pipas.
"Los perversos rostros de Víctor Israel" (2010) recoge declaraciones de una amplia gama de profesionales del cine que conocieron a este actor catalán de pecualiar físico, de rostro marcado por unos enormes ojos y unos dientes puntiagudos, como descolocados, que le sirvieron para hacerse un fijo en producciones de toda índole, tanto dentro de la serie B como de producciones de mayor relieve. Títulos como "Pánico en el Transiberiano" (1972/Eugenio Martín) o "La residencia" (1969/ Chicho Ibáñez Serrador) le sirvieron como tarjate de presentación en una carrera jalonada de personajes con frase o, en ocasiones, sin ella, tal y como ocurre en "Apocalipsis caníbal" (1980/Bruno Mattei) donde interpreta a un sacerdote zombi. 
El sello Vial of Delicatessens recupera este filme documental que permite, a grandes rasgos, reivindicar la razón de ser de un grupo de interprétes que asumieron su actividad como actores desde la condición de fan irredento, de pasión plena por el cine, viendo cumplido su sueño, aunque fuera en productos de muy escasa categoría, siendo ellos lo único remarcable de dichas cintas. Y si la película era buena, ni os cuento...
La edición se completa con una entrevista realizada a los directores del documental y una galería de fotos.

miércoles, 10 de junio de 2015

MUTACIÓN ASESINA

John McNaughton sorprendió a propios y extraños con "Henry, retrato de un asesino" (1986), una dura y descarnada reconstrucción de la vida y crímenes del muy temible Henry Lee Lucas. La película, dado su contenido y su planteamiento de base, tuvo serios problemas para encontrar un distribuidor interesado en ella, algo que tardaría cuatro años en lograr. Pero cuando en 1990 la película sí logró una distribución digna de tal nombre, se convirtió en un título de culto instantáneo, que impactó a las audiencias de medio mundo. Convertido de la noche a la mañana en un director cotizado, McNaughton se vio en la tesitura de tener que escoger un proyecto que pudiese ayudarle a mantener su nueva posición profesional. Su elección fue tan curiosa como extravagante. Un producto de serie B, plenamente autoconsciente de serlo, pero que algunos no recibieron de forma demasiado amistosa, más bien todo lo contrario. Tampoco ayudó en demasía que la produjese una Cannon Films que ya andaba en pleno proceso de descomposición (de hecho cerraría puertas dos años más tarde de financiar el filme, en 1993) siendo editada directamente en vídeo tras su pase por diversos festivales especializados, entre ellos el de Sitges, donde se llevó el premio a los muy currados efectos especiales, diseñados por Kevin Yagher. 
"Mutación asesina" ("The borrower"/1991) narra la historia de un extraterrestre con una lista de antecedentes penales que da la vuelta a toda la galaxia conocida, y que tras ser detenido es enviado a la Tierra con el fin de que sobreviva entre una especie, la humana, que sus congéneres consideran menos que nada. además de unos desastres de tomo y lomo. Convertido en un terrícola (poco) corriente y moliente, el alien tiene ciertos problemas de adaptación, que provocan en última instancia que su cabeza estalle. Necesitado de una nueva cabeza con la que no despertar el asco de los habitantes de la Tierra, el extraterrestre se hace con la de un paleto que anda de caza por el bosque con su tampoco muy espabilado hijo. A partir de ahí se traslada a la gran urbe, donde deberá tomar conciencia de su nueva situación, aunque las cosas se complicarán de muy mala manera como consecuencia de la intervención de un par de policías, que andan a la greña buscando a un peligroso criminal.
Lo mejor de "Mutación asesina· radica en cómo McNaughton ofrece una visión nada complaciente de la gran ciudad, de los barrios bajos, de los inidgentes que intentan hallar una salida a su situación y de cómo un extraterrestre con tendencia a comer carne humana anda suelto por las calles sin despertar demasiada preocupación entre una raza humana que solamente busca salir de su propio atolladero. El alien pasará de un paleto a un indigente, para luego adoptar la cabeza de un cirujano, subiendo en el escalafón social y disfrutando del proceso como todo hijo de vecino. Es ahí donde la película encuentra su mejor acomodo y a ello ayuda especialmente la excelsa labor del trsitemente fallecido Tom Towles, quien encarna al alien en su estadio inicial, al poco de llegar a nuestro planeta. 
Pero pese a mantener el pulso firme, la película entra en un bache duro de superar, vinculado a un grave problema, relacionado a la trama de los dos policías, que al final se muestra muy metida con calzador. Si bien en un primer momento parece que la cosa puede ser un "The Hidden" (1988/Jack Sholder) más oscuro y gore, pronto queda patente que los responsables del guión, Mason Hage y Richard Fire, no saben cómo atar los cabos sueltos, finalizando la historia muy precipitadamente. Por mucho que el tener a un realizador competente ayuda a superar tales escollos, al final "Mutación aesina" queda muy dispersa en su desenlace, que no cuaja por culpa de un guión que acierta en la premisa pero no en las posibilidades de cerrar la historia como es debido. Con todo, se trata de un título merecedor de un visionado, por cuanto supone, aún con sus limitaciones, una obra muy digna dentro del género.  

lunes, 8 de junio de 2015

VEN TRAS DE MÍ

La policía anda enfrascada en la caza y factura de un asesino en serie, un tipo que mata por el simple hecho de matar, tanto le da que sean hombres que mujeres, pues él mismo se hace llamar "El juez" pues cree que es un elegido de Dios para impartir su justicia sobre la Tierra. El agente Grant anda cada vez más obsesionado con capturar a este criminal, pero por más que encuentra indicios, lo cierto es que nunca logra hallar una pista fiable, lo que hace que le resulte frustrante proseguir con el caso. Para colmo de males, una entrometida periodista de una revista de talante sensacionalista, Ann Gorman, anda merodeando por los lugares donde acontecen los asesinatos, metiendo las narices donde no le llaman. Exasperado, Grant la echa con cajas destempladas, pero será Ann quien acabe dando con la punta del iceberg de un caso que parecía irresoluble...
En el momento de rodar "Ven tras de mí" ("Follow me quickly"/1949) Richard Fleischer era ya un profesional bregado en esto de rodar producciones en el marco de la serie B, contratado por la RKO, estudio donde se labró una muy buena reputación merced a que podía tocar amplitud de géneros, aunque en aquellos momentos su especialidad era el "thriller", género en el que debemos encuadrar esta trepidante muestra de cine negro elaborado con poco presupuesto pero con algunos apuntes visuales que vislumbran al director que, a mediados de los cincuenta, y ya con mayores medios, cimentará una carrera tan amplia como variada e interesante. 
A partir de un argumento en el que colaboró otro director de amplio registro, Anthony Mann, "Ven tras de mí" es un relato sobre una investigación policial cuyo objetivo final era la de dejar clara la profesionalidad de la policía y cómo sus procedimientos, por complicados o delirantes que fueran, servían para dar caza al asesino.
Lo mejor de la película radica precisamente en ese aire documental que desprenden las escenas sobre la investigación de los policías. Lo de menos es una trama sentimental un tanto metida con calzador, que no casa demasiado con una película en la que Fleischer se permite juguetear con elementos que, años más tarde, vertebrarán dos de sus obras maestras, como son "Impulso criminal" (1959) y "El estrangulador de Boston" (1968). Es en sus breves apuntes sobre la personalidad del asesino en serie donde el responsable de "Cuando el destino nos alcance" (1973) donde la película logra trascender su condición de simple película de complemento para programas dobles, dotándola de una personalidad propia muy acusada, que la sitúan como un muy buen ejemplo de las virtudes de un director que supo siempre cómo tocar todos los palos de la baraja, repartiendo en ocasiones muy bien las cartas sobre el tapete, en forma de obras maestras.    

BABADOOK

Amelia es una joven mujer cuya vida sufrió un duro revés cuando, estando a punto de romper aguas, fue traslada en coche por su marido hacia el hospital, sufrieron un brutal accidente, de resultas del cual éste último fallece. Seis años después Amelia es una mujer cuya vida parece estar centrada en su trabajo y en la presencia dominante de su hijo, Samuel, un niño con una imaginación explosiva que dice todo lo que piensa, circunstancia que hace que su relación con otros niños sea casi imposible, lo que también repercute en la vida social y profesional de su madre, que parece estar al borde de un ataque de nervios. Una noche, como tantas otras, Amelia decide contarle un cuento a Samuel; el niño escoge uno titulado "Babadook", que resulta ser un cuento cruel, brutal, cuyo contenido no tardará en hacerse real...
Una excelente película, venida desde las Antípodas, que refrenda que cuando hay ideas y se sabe juntar bien todos los elementos en juego se puede hacer una muy buena película de terror, sin caer en lo típico o en hacer escabechinas para la parroquia adolescente. 
Sirviéndose además de unas portentosas interpretaciones, la directora y guionista Jennifer Kent ilustra un cuento de terror que por momentos emociona, merced a un muy preciso estilo visual y a una iluminación que juega asombrosamente con las luces y sombras, con la realidad y los sueños, en un conjunto que se mantiene en todo momento a gran altura, sin pérdidas de rumbo y sin caer en la reiteración. "Babadook" es un relato que demuestra que los modos y formas de inquietar al público aún pueden tener cabida dentro de un panorama que parece empecinado en sustentar franquicias de todo pelaje y condición, servidas como si de un menú precocinado se tratase. En el presente caso, Jennifer Kent deja claro que aún queda esperanza dentro del depauperado panorama actual del cine de terror. Todo un ejercicio de soberbia ejecución cinematográfica. 
En la última edición del Festival de Sitges se llevó los premios de Mejor Actriz (para una descomunal Essie Davis, aunque el niño, Noah Wiseman, no se le queda a la zaga) y el Premio Especial del Jurado.

martes, 2 de junio de 2015

ENEMIGO MÍO

Seguimos en los ochenta, pero en esta ocasión vamos hacia la primera mitad de la década, para recuperar una cinta de ésas que en su momento, como pasó con "Golpe en la Pequeña China" (1986/John Carpenter) no encontraron su público, pues se adelantaron a su tiempo, teniendo que esperar sus buenos tres lustros para empezar una revalorización digna de tal nombre. 
"Enemigo mío" supuso la entrada en terrenos hollywoodienses del alemán Wolfgang Petersen, realizador que había provocado gran expectación con su anterior filme, "El submarino" (1982), que narraba las peripecias de los tripulantes de un submarino germano durante los días de la Segunda Guerra Mundial. La buena mano demostrada en aquella cinta provocó que Petersen se trasladara a la Meca del Cine como un nuevo valor europeo con ganas de ofrecer algo nuevo dentro de la industria, pero básicamente lo que hizo, como tantos otros europeos instalados allí, fue anclar su talento a los planteamientos típicos y tópicos del cine de género eso sí, con mayor grado de solvencia y credibilidad que algunos de sus colegas estadounidenses. Ya en los noventa llegaría otro alemán, Roland Emmerich, que en gran medida vulgaría tales pretensiones, hasta convertirse en un simple y llano facturador de grandes superproducciones sin alma, prefabricadas cual churros. 
Pero eso es una historia quer quizá algún día les explique, ahora toca ocuparnos del bueno de Wolfgang, un realizador al que le tocó hacerse cargo de esta cinta que se estrenó en un año, 1984, en el que la ciencia ficción estaba de moda y ocupaba los priemros puestos de taquilla y de interés para las grandes compañía de producción yanquis. Un año antes, "El retorno del Jedi" (1983/Richard Marquand) abrió la veda y fueron muchas las películas del género que se dispuesieron a ser el acontecimiento del año. Dino DeLaurentiis ponía las bases sobre las cuales asentaría "Dune" (1984/David Lynch) aparatosa adaptación de la novela de Frank Herbert que supuso un revés comercial para el magnate, aunque hoy en día es un clásico del culto. Un realizador de bagaje exiguo, procedente de la serie B más genuina y combativa, la de Roger Corman, sí obtuvo mejores resultados con "Terminator" (1984). Era un filme más modesto, no de bajo presupuesto pero sí hecho con unos medios ciertamente muy menores en comparación con lo invertido por el magnate italiano, que siempre achacó el fracaso de la película al hecho de no poder contar con la dirección de Ridley Scott que, viendo el berenjenal, rechazó hacerse cargo de la cinta, dejándola en manos de Lynch, a la sazón novio de la hija de DeLaurentiis por aquel entonces.
Intentando sacar provecho de la saga galáctica de George Lucas, la Fox puso sobre la mesa el dinero suficiente como para repetir impacto en taquilla con otra cinta de ciencia ficción que, de salir bien, podía dar lugar a una nueva franquicia. Tomando como punto de partida una novela de Barry Longyear, la película nos narra como en un futuro lejano, la Tierra anda metida en un proceso de expansión por la Galaxia, que lo lleva a entablar una guerra con los habitantes del planeta Dracon. La guerra se ha ido haciendo cada vez más larga y encarnizada y es en esta situación que un piloto terrícola (Dennis Quaid) es abatido por un piloto enemigo (Lou Gossett Jr.) que a su vez también es alcanzado por los láseres de su rival. Ambos dos recalan en un desolado planeta, con unas condiciones de habitabilidad del todo insuperables, que les llevan a tener que confiar el uno en el otro para tener que sobrevivir...
La película, en líneas generales, resulta francamente muy bien realizada y disfrutable, aunque también es cierto que su mensaje en ciertos momentos chirría por su evidente tendencia a cargar las tintas en cuanto a su contenido más sentimental, rozando lo ñoño en algunos instantes. Por fortuna, Petersen le confiere un envoltorio que lo separa bastante de referentes habituales, como "La Guerra de las Galaxias", lo que confiere a la película una estética como muy de cómic francés, salida de un número de la mítica "Metal Hurlant", lo que la hace más atractiva y la salva de ser un producto mimético, resultando más bien una curiosa reformulación de "Infierno en el Pacífico" (1968/John Boorman) aquella película sobre un soldado estadounidense (Lee Marvin) y otro japonés (Toshiro Mifune) en una isla perdida durante el segundo conflicto mundial. No es que alcance ni de lejos el impacto de la película de Boorman, pero digamos que "Enemigo mío" es una cinta que, al menos, en su momento, intentó seriamente apartarse de modelos previos, abrazando un ideario pacifista que, ni que decir tiene, en su día prácticamente nadie llegó a compartir.  
Y bien amigas y amigos, con esta reseña se inicia el mes de Junio para este "ocioso impenitente", que seguirá regularmente con sus comentarios de películas y libros. Saludos a todos y estén atentos a sus pantallas. Y al aire acondicionado...

miércoles, 27 de mayo de 2015

ALIEN NACIÓN

En los ochenta, y a raíz del éxito de "Límite 48 horas" (1983/Walter Hill), se creó todo un concepto dentro del "thriller" que recibió el nombre de "buddy movies", esto es, película de "colegas". El esquema era más menos similar: un policía (o detective o lo que ustedes consideren más oportuno, que de todo hubo dentro de este tipo de películas) enfrentado a un colega (o no..) con el que tiene formas de pensar y actuar bien distintas, pero que llegada la hora de la verdad superan por el bien común, logrando superar el desafíoal cual se enfrentan y hasta nacer una bonita amistad. O amor si son de sexos contrarios, aunque por haber uno hasta un caso en el cual encontrábamos a un poli gay con otro heterosexual, "Algo más que colegas" (1982/James Burrows) con un Ryan O'Neal de rudo agente de la Ley y John Hurt como su compañero homosexual e intentando salvar los estereotipos, se supone. 
Llegados a un nivel de explotación casi parecía que insoportable, y pretendiendo seguir la estela de la exitosa "Arma letal" (1987/Richard Donner), con dos policías, uno afroamericano y respetuoso con las normas y otro de raza blanca que se las pasa por el forro de la cazadora, Gale Ann Hurd, productora y ex de James Cameron, apostó por darle un giro de ciento ochenta grados al subgénero, dándole un toque de ciencia ficción para que la cosa resultara medianamente original. Y lo logró con creces, obteniendo un producto final entretenido, "Alien nación" (1989) que, sin ser lo que se dice un clásico, los buenos aficionados seguro que recordarán con sumo gusto, aunque en su día no fue un éxito comercial precisamente, aunque sí acabó dando lugar a una serie de televisión. La cual, por otro lado, tampoco duró mucho en antena, siendo prolongada en diversos telefilmes.
En un futuro próximo, la Tierra (básicamente USA) recibe la llegada de una gran nave extraterrestre, habitada por una raza de seres que gustan de emborracharse con leche agria y no soportan el contacto con el agua. Pasado el tiempo, dicha raza ha ido integrándose en la sociedad, como trabajadores, consumidores, en fin ciudadanos de pleno derecho. Sykes, un veterano policía de Los Ángeles, se halla en plena patrulla por los barrios bajos cuando su compañero y él se ven envueltos en un tiroteo. El resultado es que el compañero de Sykes muere asesinado por un delincuente alien, algo que en gran medida fastidia a Sykes, que no es muy amigo de los "recién llegados" como se les llama a los aliens. Para complicar las cosas, sus superiores le asignan un nuevo compañero: el agente Sam Francisco (no es un chiste malo, es que los aliens escogen nombres de ciudades que cambian con el fin de adaptarlos como su identificación personal, con el fin de parecerse a los humanos y congraciarse con ellos), un alien que se ha convertido en el primer "recién llegado" en convertirse en detective del Departamento de Policía. Aún a pesar de su desconfianza mútua, ambos hombres deben colaborar y salvar sus diferencias con el fin de hallar a los responsables de meter en las calles una droga de alto grado, muy potente, y que está relacionada con el propio pasado de los aliens, un pasado que éstos prefieren mantener oculto...
La película quedó en las manos del británico Graham Baker, un cineasta de la misma generación que Ridley Scott, ambos proceden del campo publicitario, pero a partir de ahí la cosa digamos que se dispersa cosa mala. Cierto que Scott también tiene algún churro por su filmografía, pero el caso es que al pobre Baker le tocó apechugar con una trayectoria del todo petardera. Tras "Alien nación" tardó otros diez años en ponerse tras las cámaras. Cuando lo hizo fue con "Beowlf" (1999), una impresentable cinta de fantasía y acción con Christopher Lambert intentando (vanamente) reverdecer los laureles de "Los inmortales" (1986). Una pena lo de este hombre, porque realmente su labor en el filme pone de manifiesto su buena mano para el cine de acción de alto presupuesto, que podría haberle facilitado una carrera de mayor relevancia de haberse dado unas condiciones más óptimas. En el reparto dos actores de fuste como James Caan y Mandy Patinkin, además de Terence Stamp como villano. Un pasatiempo francamente disfrutable. 

martes, 26 de mayo de 2015

DR. LAMB

Hong Kong, principios de los ochenta; un caso, aparentemente de lo más banal (un tipo que realiza fotografías obscenas) acaba por convertirse en uno de los sucesos más terribles de la crónica negra de la, por aquel entonces, colonia nritánica. Un taxista se dedica a aprovechar su trabajo en el turno de noche para acabar con la vida de chicas jóvenes a las que luego tortura y asesina brutalmente, pues las considera "pecadoras" y su deber, bajo un supuesto mandato divino, es eliminarlas. Un duro policía hongkonés quedará estupefacto ante la sangre fría del criminal, un hombre dominado por un ideal religioso que lo ha llevado más allá de la locura...
Con un planteamiento que remite a títulos como "El silencio de los corderos" (1991/Jonathan Demme) o "Henry, retrato de un asesino" (1986/John McNaughton), "Dr. Lamb" es un "thriller" de terror que narra la historia real de uno de los mayores asesinos en serie habidos en Hong Kong, un taxista en apariencia tranquilo y muy profesional que ocultaba una mente enferma y una violencia descarnada hacia las mujeres, consecuencia de una infancia desgraciada, en manos de una madrastra que lo maltrató y humilló en público en cuanto tenía la oportunidad y un padre alcohólico y pendenciero, que casi no paraba por casa. A partir de este punto, "Dr. Lamb" no pretende en ningún momento justificar los actos viles del asesino, su pretensión es que veamos su evolución de un niño marcado por la violencia a un cruel practicante de la misma.
Dicho objetivo se logra en parte, la película es un retrato de lo sucedido, pero los directores Billy Tang y Danny Lee, quien asimismo asume un rol como actor en la cinta, prefieren tomar ciertos atajos con el fin de destensar la trama. Ello da lugar a ciertos apuntes cómicos del todo innecesarios, vinculados a ciertos agentes de policía. Así, por ejemplo, tenemos a un agente algo pasado de rosca y que suelta chascarrillos una vez sí y otra también y a una joven policía que termina muy afectada por todo lo que van descubriendo, pero mostrado de una forma muy burda, como si de una comedia de medio pelo se tratara. Esto hace que "Dr. Lamb" bascule entre unas secuencias visualmente muy elaboradas y unos toques de humor de lo más chabacano, que no ligan ni aún queriendo, lo que en gran medida hace que la película no alcance el nivel que seguramente habría logrado de haber apostado por una línea argumentalmente más compacta. A pesar de ello, la escalofriante interpretación de Simon Yam permite que la función no termine por irse por la tangente, dando lugar a una obra quizá irregular pero con algunos momentos francamente muy bien resueltos. 

lunes, 25 de mayo de 2015

MORTAL ZOMBIE

Productor y director de origen filipino, Brian Yuzna es un director que levanta pasiones allá donde va, sean éstas en sentido positivo o echando pestes de algunas de sus aportaciones, en especial de la etapa que desarrolló en tierras catalanas, cuando se alió con Filmax para montar la "Fantastic Factory", con la que pretendió abrir un punto de base industrial para el género en España, aunque la cosa no acabó de terminar del todo bien. 
Pero antes de eso, Yuzna se labró cierta querencia por un sector de los fans del género de terror a raíz de "Society" (1989), una comedia negra y gore, con una lectura de crítica social muy contundente que, en gran medida hizo albergar esperanzas en que podía ser un realizador a tener en consideración dentro de los parámetros del terror de primeros de los noventa. Craso error, porque básicamente se dedicó a poner de nuevo en marcha las aventuras de Herbert West en una secuela menor, pero no por ello desdeñable, "La novia de ReAnimator" (1990) y, poco más tarde, se hizo cargo de la tercera entrega de una franquicia que había sido ideada como homenaje-alternativa a "La noche de los muertos vivientes" (1968).
Estrenada en 1985, "Return of the living dead", estaba escrita y dirigida por el mítico Dan O'Bannon y en ella también se servía de un sentido del humor bien negro y de un gore descarnado para proponer una trama pacifista, claramente antimilitarista, que derivó en una secuela de menor calado, estrenada dos años después y que contó con la dirección de Ken Wiederhorn: "La divertida noche de los zombies".
Siete años después,Yuzna recibió el encargo de volver a poner en marcha la saga, pero en esta ocación, por raro que pueda parecer, Yuzna decidió dejar de lado lecturas políticas y humor de brocha gorda y/o malrrollero para abrazar la causa de una bien simple historia de zombies de las de toda la vida. O de las de toda la muerte, si nos ponemos en la temática.
"Mortal zombie" empieza en una base militar, donde una pareja de adolescentes se cuela gracias a que uno de ellos es hijo de un alto responsable de un imporatnte proyecto de alto secreto. Horrorizados por lo que ven, la pareja huye de la base. El padre, enterado del asunto, no ve con buenos ojos que su hijo vaya por ahí con una muchacha que considera ligera de cascos, por lo que insta a su hija a dejarla e irse con él hacia un nuevo destino. El joven se niega en redondo, y huye con su chica a buscarse la vida, pero un accidente de moto hace que ella muera, por lo que el muchacho usa el experimento de su padre para que su chica regrese a la vida, aunque en unas condiciones harto diferentes a las que tenía cuando su corazón aún latía...
Si bien es verdad que Yuzna no es que sea un hacha a la hora de dirigir, "Mortal zombie" queda como uno de sus trabajos más competentes tras la cámara, junto a la también muy apreciable "El dentista" (1996). El filme mantiene un buen ritmo a lo largo de su hora y media de metraje, los efectos de maquillaje lucen a un nivel muy aprovechable y las interpretaciones resultan incluso potables. El resultado es una serie B francamente muy digna de ver, que seguramente no es lo que se dice un dechado de originalidad pero que en gran medida es consciente de sus antecedentes, bebiendo de las fuentes romerianas sin perderles el respeto pero tampoco sin reverenciarlas en exceso, logrando un término medio que la convierte en una obra imprescindible para los amantes del subgénero zombie. Luego ya vino "Faust" y pegó el bajón, aunque tampoco creo yo que fuera para tanto. 

EL CASTILLO DE LA MORGUE

En este blog ya he tratado en ocasiones mi interés por los bolsilibros y la leteratura popular o "de kiosco", así que no me repetiré, sencillamente dejaré claro que este tipo de narrativa tiene algunos maestros de incontestable maestría, como es el caso del malogrado Francisco González Ledesma, en arte Silver Kane, que por ya asomó en este blog en alguna de sus propuestas, vinculadas al género del "western" pero hay que dejar claro que, como buen maestro y profesional de la escritura, tocó todos los palos con gran magistral pericia y profesionalidad intachable, teniendo en cuenta las draconicanas condiciones laborales que imponía la Editorial Bruguera, que tenía a los autores atados a una máquina de escribir con el fin de sacar adelante varias novelas por semana.
"El castillo de la Morgue" es una muestra de la genialidad de Silver Kane en el terreno del terror; publicada en la mítica colección de bolsilibros "Selección Terror", estamos ante una mixtura entre una historia de vampiros y de venganzas familiares contada como si de una cinta de terror italiana se tratara. Un Mario bava o un Antonio Margheritti hubieran sacado oro puro a la hora de sacar adelante un guión a partir de esta historia, en la que Kane vuelve a dejar muestras de su excelencia como escritor.
Estrella Farrow es una joven cuyos padres murieron de manera trágica; su madre fue condenada a muerte por un doble homicidio y su padre, que no se recuperó del mazazo, también murió de forma violenta, en el transcurso de un incendio. A la hora de leer el testamento, Estrella recibe la noticia de que ha heredado un suntuoso castillo en un apartado pueblucho de la campiña inglesa, donde es recibida con muy escasa simpatía por los vecinos del lugar. El castillo, con un pasado lúgubre de muerte y dolor, encierra secretos que cambiarán por completo la vida de la joven.
En "El castillo de la Morgue" encontramos todos los ingredientes que permiten que un autor como Silver Kane se luzca impactando con su estilo narrativo. Eficaz en la ejecución de las escenas más truculentas, que describe con precisión pero sin pasarse, el autor que dejó huella imperecedera en miles de bolsilibros del Oeste deja claro que en cuanto al terror, tampoco era manco, impactando cuando tiene que hacerlo, sin caer en recursos fáciles o, cuando procede, saber usarlos con precisión quirúrgica. 
Dar las gracias al colega Manuel García la oportunidad de obtener una copia de este bolsilibro, prueba fehaciente de que su autor era un maestro en todos los géneros que cultivó. 

martes, 19 de mayo de 2015

TRUE DETECTIVE

No hace falta ser un experto en eso que se suele llamar "mass media" para saber que hoy en día se está viviendo una época dorada en cuanto a la ficción televisiva se refiere. Hollywood es, hoy por hoy, una tierra en la que la imaginación brilla por su ausencia, basando su supervivencia en remakes de poca o nula entidad y en mantener y crear (o al revés, tanto da) franquicias con las que sanear unas arcas que no andan boyantes precisamente. El hecho es que el la "caja tonta" se ha refugiado toda una pléyade de guionistas, directores y, cómo no, actores que intentan ganarse las habicuelas haciendo algo más que lo de siempre, más teniendo en cuenta que ese invento del "cine independiente", que al final resultó no ser tan independiente, porque la gran mayoría de las multinacionales hollywoodienses tenían su filial "indie", ha pasado de moda y salvo algunos pocos supervientes, pongamos unos Coen o un Van Sant, el resto han tenido que refugiarse en la pequeña pantalla para llegar a fin de mes.
La cadena de pago HBO dio el pelotazo de lo que llevamos de década con esta miniserie de ocho episodios, escrita por un guionista, Nic Pizziolato, que hasta ese momento no había despertado demasiado interés con lo que escribía y que ha creado a partir de ahí un concepto de serie "antológica" de la que habrá que ir siguiendo la pista, pues ya s anuncia una segunda temporada con un nuevo caso, nuevos actores y un cambio de ambiente: pasamos de Louisiana y sus pantanos a Los Ángeles y sus autopistas. Pero centrémonos de momento en esta primera temporada, que es la que se ha estrenado y aparecido en DVD de curso legal, que decía aquel.
Louisiana 1995, los agentes de la policía estatal, Marty Hart (Woody Harrelson) y Rust Cohle (Matthew McConaughey) se encargan del caso de asesinato de una joven hallada en una zona apartada de la ciudad, en lo que parece un crimen con inquietante trasfondo ocultista. Los dos agentes tienen caracteres bien distintos, lo que hace que por un lado se respeten pero realmente no puedan ser amigos en el sentido real de la palabra. Cohle es un tipo muy reservado y taciturno, afectado por un hecho terrible de su pasado, lo que le lleva a momentos casi de delirio, pero que le convierten en un detective casi excepcional. Hart, por su parte, es un tipo que pretende dar la imagen de policía perfecto, padre ejemplar y marido casi celestial, pero en realidad es un pendenciero que mantiene relaciones con una joven que trabaja en los juzgados. La vida de estos dos personajes dará un giro total como consecuencia de este caso, tanto es así que cuando creían que ya lo tenían resuelto, en 2002 saltó una pista que hizo que la rueda volviera a girar sobre aquel crimen. Doce años después, en 2014, los dos hombres volverán a encontrarse cuando se hallen indicios de que el asesino ha vuelto a las andadas...
"True detective" es una obra confeccionada con un cuidado por los detalles extremo; el director, Cary Fukunaga, responsable de dirigir los oche episodios que conforman esta primera tanda, realiza una labor excelsa, con momentos tan sublimes como el plano secuencia con el que acaba el cuarto episodio. Pero si en algo destaca esta serie es en las interpretaciones, marcadas por unos excepcionales  Woody Harrelson y Matthew McConaughey, pero también por la presencia de Michelle Monaghan que, por fin, tiene la oportunidad de lucirse dramáticamente en el papel de esposa de Hart, obteniendo también momentos de oro puro en cada una de sus intervenciones en pantalla. 
Con todo, "True detective" tiene un "pero" y es que la historia, con un arranque absolutamente único y excepcional, entra paulatinamente en terrenos bastante convencionales, especialmente a partir del quinto epiusodio, algo que se hace patente en su resolución, en exceso tópica aunque no por ello mala. De haber sido otro tipo de serie, hecha por manos menos expertas, menos conscientes de hacer un buen trabajo, la cosa habría quedado como a algo ya visto, pero digamos que Fukunaga y el reparto logran que el conjunto no decaiga por tener que lidiar con un final que no acaba de estar a la altura del resto de la serie. Eso no quita mérito alguno a los responsables de esta producción, que resulta una de las más atractivas y definitorias de esta "Edad Dorada" de la TV que estamos viviendo.