lunes, 16 de septiembre de 2013

RESIDENT EVIL 3: EXTINCIÓN

La Humanidad se ha ido al carajo definitivamente, los zombies campan a sus anchas y un grupo de supervivientes han formado un una caravana con el fin de trasladarse hasta Las Vegas, ciudad que se ha convertido en la última esperanza. En el camino hallarán a Alice, quien se convertirá en su guía y protectora. Eso sí, la Corporación Umbrella no anda muy lejos, con lo cual las espadas estarán en alto antes de lo que puedan llegar a imaginarse...
En esta tercera entrega, Paul W.S. Anderson se mantuvo, como su precedente, en funciones de guionista y co-productor, cediendo en este caso la dirección  al australiano Russell Mulcahy. Realizador fogueado en el rodaje de videoclips, Mulcahy sorprendió a mediados de los ochenta mediante un filme de terror de muy bajo presupuesto, "Razorback", sobre un jabalí gigante, que hizo albergar muchas esperanzas en él. Como suele ser habitual, dichas esperanzas se diluyeron pronto. "Los inmortales" (1986) fue un éxito comercial de altos vuelos, pero después de ésta, la tónica fue ir cuesta abajo. Despedido del rodaje de "Rambo III" por diferencias creativas con Stallone, accedió a filmar la segunda entrega de "Los inmortales". Craso error. "Los inmortales II" fue un rodaje lleno de problemas, discusiones y mil y una vicisitudes. Mulcahy, parece ser, no terminó de rodar la película, y existen rumores (no confirmados) de que Sean Connery completó las escenas que faltaban. A partir de ahí, sus filmes fueron cada vez recibidos con la mayor de las indiferencias, hasta que en 1994 tuvo la oportunidad de volver al primer plano de Hollywood mediante una adaptación del personaje "La Sombra", que se pegó un santo batacazo en taquilla, firmando de este modo su acta de defunción como realizador de primer orden. "La sombra del faraón" (1998), un filme de terror que contaba con la presencia (breve) de un venerable Christopher Lee (quien no alabó muy positivamente su trabajo) no pasó de una nota a pie de página. A pesar de ello, en 1999 aún pudo enlatar un "thriller" muy influído por el "Seven" de David Fincher: "Resurrección" no es una película del todo desdeñable, por más que cuente con el cara de besugo de Christopher Lambert. "Resident evil : extinción" llegó en el momento oportuno, tras unos años dedicado a producciones telefílmicas, aunque en última instancia no sirvió para reivindicarle ni, mucho menos, para resituarle laboralmente en primera división.
Y es una lástima, porque Mulcahy es el responsable de enlatar la que es sin duda la mejor entrega de la saga. Su ambientación, muy al estilo "Mad Max", resulta atractiva y su forma de desarrollar en la pantalla las secuencias de acción es francamente muy potente a nivel visual, más que la de Anderson (que, como veremos posteriormente, basó sus dos siguientes aportaciones en una vacua espectacularidad de videojuego, pasando de desarrollar trama y personajes) y ofreciendo un entretenido filme de acción y terror que, de haberse hecho las cosas con la debida inteligencia, debiera haber sido la última entrega. Un muy digno colofón que Anderson, por las razones que sean, no toleró. Las tres dimensiones fueron la (pobre) excusa para prolongar artificialmente una franquicia que ya no podía ir más allá.  

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