martes, 10 de septiembre de 2013

RIDDICK

Richard B. Riddick es traicionado y dado por muerto tras haber sido víctima de una emboscada en el planeta Furya. Solo, aislado, pone en práctica todos sus recursos de superviviente para lograr salir vivo de un lugar hostil y repleto de peligros y criaturas letales. Ahora bien, tampoco debe dejar de lado el hecho de que es un fuera de la ley, buscado en mil y un sistemas planetarios. La aparición de un grupo de cazarrecompensas, capitaneados por un sujeto con muy malas pulgas, llamado Santana, así como de otro, dirigidos por una persona con una estrecha vinculación con su pasado, harán que Riddick ponga a prueba sus fuerza interior y su astucia. Y eso que lo peor está por llegar...
En 1999 se estrenaba "Pitch black", una simpática cinta de ciencia ficción, muy serie B, que con el rabillo del ojo puesto en "Alien, el octavo pasajero" (1979), resultaba una aportación sumamente refrescante para el género, dado su tono desprejuiciado, sin mayores pretensiones que las de dar lugar a un producto de entretenimiento digno y muy resultón. La película no acabó de cuajar en taquilla como debiera, pero el paso del tiempo hizo de ella objeto de culto, tanto es así que sus principales artífices, Vin Diesel, actor, y David Twohy, director y guionista, convencieron a la Universal para que filmara una secuela, esta vez hecha a lo grande, con un presupuesto elevado y pretensiones de crear una franquicia potente y duradera. 
Precedida de un largometraje en dibujos animados, que servía de unión entre "Pitch black" y su secuela, "Las crónicas de Riddick" (2004) sufrió un revés comercial doloroso, quizá inmerecido, que hizo que el estudio frenara de forma, parecía que definitiva, la posibilidad de hacer cuanto menos otra cinta que cerrara todos los flecos y estableciera una trilogía nueva que añadir al cine fantástico. Pero si hay alguien tozudo en Hollywood, ese es Vin Diesel, quien decidió adquirir los derechos del personaje a la Universal, con el fin de recuperar a Riddick en una tercera entrega estrenada casi diez años después de su segunda aventura. 
"Riddick" vuelve a los orígenes de la saga, regresando a las esencias que hicieron de "Pitch black" una película a tener en consideración por los fans. Cierto es que la frescura, la originalidad, se han perdido por el camino, pero David Twohy y Vin Diesel no están aquí para dar gato por liebre. La película funciona muy bien como entretenimiento, con secuencias de acción muy bien resueltas y monstruos muy deudores de la seminal cinta de Ridley Scott. Puede que Jordi Mollà resulte algo sobreactuado en su rol de cazarrecompensas casposillo, pero creo sinceramente que es lo que pedía el personaje. Los dos únicos aspectos que no han terminado de convencerme son la patillera pirueta de guión que tiene por objetivo unir "Riddick" con "Pitch black" y el total desaprovechamiento de Katee Sackhoff, la inolvidable Starbuck de la nueva versión de "Galáctica", que aquí ejerce de aguerrida mercenaria de tendencias lésbicas, dando lugar a un par de frases harto ridículas. 
Pero lo mejor de este "Riddick" es comprobar que el bueno de David Twohy sigue en buena forma, dando muestras de que no ha perdido su buena mano para con el género, aspecto éste que puede refrendarse gracias a esa joyita que es "Han llegado" (1996), otro ejemplo de las habilidades de este realizador-guionista, artesano sin pretensiones, que no gusta de vanagloriarse ante los focos de los "mass media" y que sí, hoy por hoy debe contentarse con vivir de rentas gracias a una franquicia, pero teniendo en cuenta lo bien que domina el género, por mí puede hacer las que quiera, francamente lo digo. Los convencidos acabaremos pasando por caja, no lo duden.
Katee Sackhoff en una imagen de la película, qué quieren que les diga, a mí Vin Diesel no me tira... 

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