Tras un intento fallido de atacar, en solitario, las instalaciones de la Corporación Umbrella, Alice, que logra rescatar a su buena amiga Claire, halla refugio en un edificio situado en mitad de una ciudad copada por muertos vivientes. En el edificio se hacinan un grupo de supervivientes, todos ellos con intenciones bien distintas a la hora de enfrentarse ante el problema de buscar una salida al asedio. Saben que existe un lugar llamado Arcadia, un refugio seguro contra los muertos vivientes y Umbrella, pero antes deberán superar sus diferencias, sus miedos, y ponerse manos a la obra con el fin de salir vivos de la situación, lo cual no será nada fácil, por otra parte.
En 2009 se estrenaba "Avatar", de un James Cameron tan brillante en lo visual como pobre en cuanto a su labor como guionista. El filme recaudó un pastón en taquilla y, de paso, puso de nuevo de moda el cine en tres dimensiones, mediante el uso de unas cámaras, ideadas por el propio Cameron mediante una tecnología aportada por Sony. Dicha multinacional, propietaria de Columbia Pictures, viendo que la cosa podía dar lugar a pingües beneficios, aprovechó la situación para reactivar la franquicia "Resident evil", contando para ello con la activa colaboración de Paul W.S. Anderson, que encontró en la tecnología tridimensional un nuevo acicate como director de cine, aunque desde entonces haya empeorado mucho como realizador.
Y es que esta "Resident evil: ultratumba" no hay por dónde cogerla; no es ya por la forma, entre burda y poco creativa, de usar las tres dimensiones, es que Anderson parece que considere que los aficionados a esta franquicia no nos enteramos de nada y nos pueden colar cualquier memez sin que pillemos una. Pocas veces, viendo una película, he sentido la sensación de tomadura de pelo como en el presente caso. Una dirección supeditada a los efectos especiales, al golpe de efecto y a un "ahora viene lo mejor", que a la postre se convierte en una chorrada de final que, además de presagiar una QUINTA entrega, pone de manifiesto que Paul W.S. Anderson ya ha perdido la poca chispa que aún podía quedar en su haber creativo. Y que conste en acta que lo peor estaba aún por llegar, porque lo de la quinta entrega tiene delito.
Una imagen de "Resident evil: ultratumba", con la guapa Ali Larter, el inexpresivo Wentworth Miller y una Milla Jovovich en una pose muy natural |
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