Antes de trasladarse a nuestro país donde, bajo los auspicios de la compañía Filmax iniciaría las actividades de la "Fantastic factory", con resultados entre irregulares y pésimos, aunque animados por la revelación de talentos como Jaume Balagueró o Paco Plaza, Brian Yuzna enlató esta muestra de cine gore de serie B, una especie de retorno a los postulados del bajo presupuesto que el propio Yuzna impuso en los ochenta, gracias a títulos tan señeros, e inolvidables, como "ReAnimator" (1985) o "ReSonator" (1986), ambos filmes dirigidos por un director del todo reivindicable, Suart Gordon, gran amigo de Yuzna, y que aquí ejerce de co-guionista junto a Charles Finch (además de apuntarse a la "Fantastic factory" española firmando "Dagón" (2002), otra incursión en el universo lovecraftiano que quedó como una de las aportaciones más compactas de cuantas surgieron de dicha aventura fílmica, salvando las debidas distancias con las filmadas por los cineastas hispanos anteriormente citados).
Corbin Bernsen a punto de hacerle un empaste a un pobre desdichado |
Volviendo a este "El dentista", cabe destacar la gran labor interpretativa del actor Corbin Bernsen, conocido especialmente por su labor en la pequeña pantalla, y que aquí elabora una actuación meritoria, y la presencia en funciones de productor, del canadiense Pierre David, otrora financiador de los primeros trabajos de su compatriota David Cronenberg y, más tarde, produciendo baratijas directas a vídeo tan nutritivas para el buen seguidor de la serie B videoclubera como lo son ésta o "Wishmaster".
Hubo secuela, de nuevo con Yuzna tras la cámara y Bernsen ante ella, pero los resultados, óptimos, no se repitieron, quedando como una propuesta derivativa e innecesaria.
La esposa del Dr. Feinstone tras recibir tratamiento dental gratuito de su marido...No apto para personas con las encías sensibles. |
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