lunes, 21 de octubre de 2013

EL PROCESO DE LAS BRUJAS

Penúltima de las colaboraciones entre Harry Alan Towers (productor), Jesús Franco (director) y Christopher Lee (actor), que habían ganado notoriedad gracias a sus adaptaciones de las novelas de Sax Rohmer protagonizadas por el temible Fu Man Chú, y que se cerraría al año siguiente con una daptación del "Conde Drácula" de Bram Stoker que pretendía ser muy fiel al original literario, para luego irse por otros derroteros, más caros al cine de su muy inclasificable realizador.
Basada en hechos reales, acontecidos en la convulsa Inglaterra del siglo XVIII, en el periodo de los Estuardo, cuando el impopular Jacobo II puso en el puesto de inquisidor al sádico George Jeffreys, quien asistido por Palfox, realizaron una auténtica serie de carnicerías con el fin de eliminar de raíz cualquier atisbo de oposición, acusando alegremente de brujería a gente inocente. Harry Sefton, un valeroso miembro de la resistencia, tendrá que vérselas con semejantes sujetos cuando su prometida, la cándida Charity, cuya hermana ya fue ajusticiada por bruja por el brutal Jeffreys, sea detenida y acusada, falsamente, de practicar ritos satánicos y aquelarres.
Con un Lee que tiene un papel de malvado a la altura de su indiscutible talento para encarnar el Mal, acompañado del suizo Howard Vernon, actor muy caro al cine de Jesús Franco, y al que hacer roles de pérfido le iban como anillo al dedo, "El proceso de las brujas" es una película un tanto convencional, al menos para los cánones de un director que, posteriormente, y con la ya citada "El Conde Drácula", tomaría un camino estético bien distinto, dejando la convencionalidad de lado para abrazar la causa del cine de género desde una perspectiva absolutamente personal e intransferible.
Financiada por el muy peculiar Harry Alan Towers, productor británico que tenía por costumbre financiar sus películas mediante fondos sacados de negocios no del todo limpios y legales, además de situar en roles más o menos relevantes a su esposa, la guapa actriz alemana María Rohm, la película se planteó en un momento en el cual el cine de género tenía cierto interés en historias sobre brujería, no en vano por esos mismos meses se estrenaba "Witchfinder general", película dirigida por el malogrado Michael Armstrong e interpretada por un inmenso Vincent Price. Así pues, Alan Towers, avispado y oportunista como pocos, se apuntó a la moda de forma rauda y veloz, sirviéndose de su director más fiable y rápido. Franco, ni que decir tiene, no defraudó a nadie, ni a su productor de turno ni, mucho menos, a sus seguidores más irreductibles. Fallecido en Marzo de este año, con las botas puestas (acababa de filmar su última película "Al Pereira vs. Aligator people" y había llegado a preparar material para una secuela), Jesús Franco es un director al que bien merece descubrir y considerar. Tiene sus puntos flacos, sus obras malas, pero posee algunas películas que bien merecen ser tenidas en consideración.

Christopher Lee es el gran protagonista de "El proceso de las brujas", dirigida por un Jesús Franco que todavía poseía dejes de convencionalidad en su cine, algo que pronto dejaría de lado para asumir un estilo libre y personal hasta las últimas consecuencias.

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