domingo, 27 de octubre de 2013

PHANTASMA

"Phantasma" forma parte de ese tipo de películas, calificadas "de culto", que encumbran la carrera de un director que, posteriormente, o se venderá a Hollywood, caso del Sam Raimi posterior a la mítica "Posesión infernal" (1982), cuando no directamente caen en una espiral de fiascos y proyectos sin llegar a buen puerto, razón que les obliga a tener que vivir de rentas, filmando secuelas de su película de debut con la esperanza, en ocasiones vana, de mantenerse a flote dentro del género que les dio la fama y la gloria, aunque fuese por una temporada, máximo dos. Y este sería el caso de Don Coscarelli.
Rodada con muy pocos medios, con los amiguetes, de forma casi mateurista, "Phantasma" posee un poder de sugestión que emana de la buena mano de su director para sugerir el miedo, sirviéndose de una puesta en escena tosca, pero efectiva, de una imaginación desbordante que, si bien no podía ir más allá (la pasta era disponible era muy poca) se suplía con toneladas de ingenio y entusiasmo.
La película relata la historia de Mike, un muchacho que vive junto a su hermano mayor Jody, por quien tiene total y absoluta devoción. El hecho de que Jody pretenda irse a California, a probar suerte como músico, dejando a Mike solo (ambos hace poco que han perdido a sus padres), hace que el chico siga a su hermano desde la distancia, como temiendo que se marche sin decirle nada. Como las desgracias nunca vienen solas, y menos en el cine de terror, uno de los colegas de Jody muere. Acabado el funeral, Mike, que como siempre anda tras su hermano, queda rezagado detrás de unos árboles, y mediante unos prismáticos observa como el encargado de la funeraria, un sujeto de aspecto escalofriante y al que pronto conoceremos como el "hombre alto", levanta los ataúdes como quien no quiere la cosa. Tras explicárselo a su hermano, y viendo que éste no le cree, decide tomar cartas en el asunto, pero pronto se hará evidente que el "hombre alto" tiene planes terroríficos para los habitantes de la zona. El cementerio es la tapadera de una invasión de seres interdimensionales, que se sirven de los muertos humanos, convenientemente revividos, para trabajar como esclavos. Mike, Jody y Reggie, un colega del segundo que vende helados y tiene también sus veleidades musicales, pondrán manos a la obra para detenerle...
Coscarelli logra una película que entronca con la clásica tradición del cuento de fantasmas, con la ciencia ficción de los años cincuenta, y con unas gotitas de zombies al "Romero style" para que la cosa quede perfectamente atada, en una cuajada que posee momentos realmente aterradores, gracias sobre todo a las prestaciones de Angus Scrimm, veterano intérprete, el único con cierto crédito en tales lides, que por siempre quedó marcado como el "hombre alto". Lamentablemente las virtudes de este "Phantasma" se fueron diluyendo paulatinamente a base de hacer secuelas sumamente insustanciales, reservadas para completistas, y todas ellas con Coscarelli y el imprescindible Scrimm a bordo. El director sería el responsable de la simpática "El señor de las bestias" (1982), un derivado de "Conan" cosido con hechuras de serie B y con una Tanya Roberts que quitaba el hipo.

Angus Scrimm, el inolvidable "hombre alto" de la saga "Phantasma"

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