jueves, 23 de enero de 2014

HALLOWEEN III

A pocos días de la festividad de Halloween, empiezan a emitirse por televisión una serie de anuncios de una empresa de máscaras, que mediante una cancioncilla especialmente molesta pero pegadiza, cantan las excelencias de las caretas. Un doctor, recién divorciado, que se halla realizando el turno de noche, se responsabiliza de un paciente que acaba de llegar a urgencias, y que le habla de que las máscaras están malditas. El doctor, primero escéptico, pero tras la muerte del sujeto, asesinado, empieza a hacer sus averigüaciones, ayudado en sus pesquisas por la hermana del difunto. Las investigaciones los llevan a descubrir que la empresa responsabilizada de la fabricación y distribución de las máscaras es propiedad de un oscuro hombre de negocios, con intenciones francamente ominosas…
“Halloween III” (1982) es una anomalía dentro de la saga que narraba las matanzas de Michael Myers. John Carpenter no quedó muy contento de los resultados de la secuela de “La noche de Halloween” (1978), “Sanguinario” (1981/Rick Rosenthal), y temiendo que la cosa podía empezar a parecerse a “Viernes 13”, convenció a los responsables d ela franquicia de realizar un cambio de tercio, que proporcionara algo de estímulo a los seguiodres de la misma. El plan consistía en que la saga se convirtiera, más que en una serie de películas centradas en Myers, en la fiesta de Halloween en sí misma, ofreciendo cada película una historia distinta, pero ambientada en una fecha tan señalada. La idea le fue aceptada, pero pese a dar una película cuando menos curiosa, no tuvo los resultados esperados en taquilla, con lo cual se volvió a la idea anterior, más evidente a nivel argumental, más fácil, pero que cuyos resultados productores consideraban que era más factible de dar rendimiento en taquilla, algo del todo equivocado, pues las siguientes entregas de la saga fueron todavía peores y deficitarias que ésta, que si bien no es del todo redonda, sí posee mayor grado de interés que las siguientes entregas, en especial de la cuarta y la quinta, del todo desdeñables.
Así pues, en esta tercera entrega se aparca la figura de Michael Myers para adoptar la estructura de un relato de horror que posee una atmósfera muy lograda, que en manos de Carpenter seguramente hubiera sido la base de una película notable, pero en manos del grisáceo Tommy Lee Wallace se convierte en una obra con destellos de genio, pero que nunca acaba de despegar del todo.
Protagonizada por un rostro habitual del cine carpenteriano, Tom Atkins, “Halloween III” contó con un primer esbozo de guión obra del genial Nigel Kneale, responsable de los guiones de algunas de las grandes joyas de la Hammer Films, como “¿Qué sucedió entonces? (1967/Roy Ward Baker), una de las favoritas de Carpenter. Discrepancias entre los productores hicieron que la estructura presentada por Kneale no fuera respetada, hecho que hico que éste exigiera que su nombre fuera retirado de los créditos de la película.
Por momentos  fascinante,  embriagadora visualmente, se trata de una de las mejores aportaciones al género de terror de Tommy Lee Wallace, profesional muy vinculado al cine de John Carpenter, y amigo personal suyo desde los días de universidad,   cuya posterior labor como director queda adscrita a aportaciones tan poco remarcables como “Vampiros. Los muertos” (2002), desangelada secuela de la sensacional “Vampiros” (1998), una de las indiscutibles obras maestras de Carpenter, y que salió en algunos países distribuída directamente en DVD, menos en España, que contó con una inmerecida exhibición en pantalla grande. El resto lo compone mucha televisión, destacando su trabajo en la adaptación a la pequeña pantalla de la novela de Stephen King "It" (1990), producción de tres horas de duración que, junto a la película aquí comentada, son los más remarcable de su trayectoria como realizador. 

“Halloween III” queda pues como una verdadera “rara avis” dentro de una saga que, como ya hemos dicho, y viendo el escaso rendimiento económico de la propuesta, decidió seguir por caminos trillados, resucitando a Michael Myers, mediante una serie de secuelas cada vez más simples y aburridas, que mantenían en primera instancia la numeración, por más que la tercera entrega fue obviada, olvidada, aún siendo muy superior a ellas. Permitiendo de esta forma la creación de una especie de culto a su alrededor. 
Tommy Lee Wallace en los tiempos en que filmaba "It" (1990) una muy destacable adaptación televisiva de la novela homónima de Stephen King,

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