jueves, 6 de marzo de 2014

COCODRILO, AGUAS SANGRIENTAS

Una pareja de novios decide pasar unas agradables vacaciones en México, que se tuerce de muy mala manera cuando el avión en el que viajan es secuestrado por una banda de atracadores. Las cosas se les van de las manos, y el aparato se estrella en una zona pantanosa, habitada por un cocodrilo de proporciones enormes. La pareja, que ha logrado salir indemne del accidente, junto a algunos supervientes más, entre los cuales están algunos de los atracadores, tendrá que hacer frente no ya a los malhechores, sino al citado cocodrilo, que tiene hambre atrasada...
"Cocodrilo" (2000) fue una producción de la Nu Image dirigida ni más ni menos por un Tobe Hooper ("La matanza de Texas" (1974)) en horas bastante bajas. Como es habitual en la citada compañía, el buen resultado comercial de la cinta en los videoclubes propició que se rodara una secuela, que cayó en las mejores manos posibles, las de Gary Jones, que había dejado muy buen sabor de boca con la ya comentada "Spiders" (2000). Con todo, y a pesar de que Jones demostró su buen oficio, como es habitual en él, lo cierto es que este "Cocodrilo, aguas sangrientas" (2002) no acabó de quedar todo lo redonda que hbiera sido de desear. 
Al igual que la primera entrega, "Cocodrilo, aguas sangrientas" se rodó en la India, con el claro objetivo de abaratar costes, algo usual en la Nu Image, que tiene por costumbre rodar en países del Este, Sudáfrica y similares con el fin de ahorrar unos dólares y contar con mano de obra barata. Esta costumbre, que aún mantienen hoy en día, por más que hoy por hoy trabajen a una escala más elevada (recordemos que Nu Image es filial de Millenium Films, sello responsable de títulos como "Los mercenarios" y sus secuelas, la tercera en camino) se cubre en este caso de gloria, pues la película está ambientada en México, y por mucho que lo intenten, un hindú no puede pasar por mexicano, por mucho sombrerito que le pongan. 
Pero esto es una nimiedad comparado con el escaso gancho que posee la película, que nunca acaba de despegar del todo, aunque Jones se permita la licencia de homenajear "Tiburón" (1975). La inspiración, la solidez técnica de "Spiders" (2000), brillan aquí por su ausencia, quedando un subproducto del montón que se estrenan en DVD al cabo del año, más entonces, primeros del siglo XXI que hoy en día, todo hay que decirlo.
En el reparto destacan la guapa Heidi Lenhart, actriz de amplio registro en la pantalla televisiva (y no, guarretes, en este caso Jones fue precavido y no hubo teta huidiza), y el gran Martin Kove, actor bregado en mil y una series B de acción, recordemos su presencia en la segunda entrega de "Rambo" (1985), y que en este caso borda su papel de tío duro como el cemento armado. 
Pasable entretenimiento de barata concepción, aunque a varios cientos de kilómetros de distancia de la sensacional "Spiders". 

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